[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Pese a las controversias que generó, fue uno de los pocos planes (si no el único) que elaboró el país para retener o repatriar a sus jóvenes científicos. Hace un año el Gobierno quiso disolver el Programa para Investigadores Menores de 40 años (IM40). Pero no pudo, ante la resistencia de los científicos. No obstante, los 70 investigadores incluidos en el programa están reclamando porque no cobran los subsidios previstos.
“La plata no aparece. Ni los sueldos ni los subsidios”, dijo a Página/12 uno de los jóvenes que, en abril de 2001, fue elegido entre 433 concursantes para ser beneficiado por el IM40.
La idea fue de Dante Caputo, pero el programa fue creado durante la gestión de Adriana Puiggrós al frente de la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva (Setcip). Luis Alberto Romero, Emilio Tenti Fafani y otros prestigiosos académicos e intelectuales integraron el jurado que seleccionó a 70 científicos jóvenes y les otorgó becas de financiamiento para proyectos de tres años.
Pero, tras la caída del gobierno de Fernando de la Rúa y sus efímeros sucesores, el nuevo titular de la Setcip, Julio Luna, se negó a convalidar el programa argumentando que se trataba de una intromisión de la secretaría en las competencias del Conicet. Los 70 elegidos, muchos de ellos recién regresados al país gracias al programa, consiguieron que el Ministerio de Educación evitara la desaparición del IM40.
“Primero se tardaron meses en definir los contratos. Recién en noviembre empezamos a firmarlos. Algunos pudieron cobrar uno o dos meses. Pero nos deben la mayoría de los sueldos y subsidios. Los fondos están asignados, pero Economía no autoriza el pago”, denunciaron los investigadores.