UNIVERSIDAD › CONFLICTO ENTRE CIENCIAS SOCIALES Y LA UBA
Corta vida al voto directo
El Consejo Superior podría vetar, antes de su debut, la reforma que Sociales aprobó para elegir autoridades en forma directa.
Por Javier Lorca
Malos augurios para el voto directo en la Facultad de Ciencias Sociales. El Consejo Superior de la UBA trataría mañana un proyecto para dejar sin efecto la reforma recién aprobada por esa unidad académica. Si prospera, quedaría trunca la posibilidad de que los alumnos, docentes y graduados de Sociales voten a los directores de sus carreras a fin de mes. El veto surgió como dictamen de la comisión de interpretación y reglamento del Superior, con el apoyo de los profesores y varios decanos. Argumentan que la reforma viola el estatuto universitario. “No entendemos por qué se está produciendo una reacción tan desproporcionada. Fuimos muy cuidadosos del estatuto, si hasta en la facultad nos acusaron de reglamentaristas”, confió a Página/12 un funcionario de Sociales.
El mes pasado, con la oposición de la mayoría de profesores, el consejo directivo de Sociales aprobó una modificación de la estructura orgánica de sus carreras. Hasta ese momento, los directores de Trabajo social, Ciencia política, Comunicación, Sociología y Relaciones del trabajo debían ser elegidos en forma indirecta por las respectivas juntas, para que luego el consejo directivo refrendara la designación. En ese contexto, la reforma introducía el voto directo ponderado (30 por ciento para cada claustro) y la participación de los docentes auxiliares e interinos. También habilitaba a los docentes con cargo de jefe de trabajos prácticos (JTP) a dirigir una carrera, siempre que fueran profesores concursados en alguna universidad nacional.
Ese “experimento democrático” –como lo llaman en el decanato de Sociales– iba a debutar en las elecciones que se harán en toda la UBA durante la última semana de este mes. Pero el estreno podría quedar trunco. En la sesión que mañana se realizará en la sede de Veterinarias, el Consejo Superior analizaría un despacho en contra de la reforma. Lo presentaron consejeros de mayoría y minoría de profesores, y fue aprobado en comisión la semana pasada. Su único artículo postula dejar sin efecto la resolución 1717/03 de Sociales. Según los considerandos del proyecto, la resolución “es contraria al artículo 36 del estatuto”. Dicho artículo establece que los profesores regulares (es decir, concursados) “constituyen el principal núcleo de la enseñanza e investigación dentro de la universidad”.
En diálogo con este diario, un decano que firmó el despacho de comisión explicó: “La resolución de Sociales está fuera del espíritu y la letra del estatuto. Por ejemplo, cuando permite que un JTP dirija una carrera. O cuando establece que en las juntas de carreras los claustros tengan una representación igualitaria”. Se refería a la proporción prevista por el estatuto para los órganos de cogobierno: mitad de profesores regulares, un cuarto de graduados y un cuarto de estudiantes. Pero, si bien es cierto que las juntas de carreras no respetan esa proporción, también lo es que las juntas de Sociales tienen esa representación desde 1990. No es un cambio introducido por la reforma del mes pasado. El decano retrucó a ese dato: “Casi ninguna facultad tiene sus estructuras de departamentos aprobadas por el Consejo Superior. Pero ahora se trató el caso de Sociales, porque tiene un problema particular y el año pasado se había comprometido a solucionarlo”.
Desde Sociales, se esgrimieron numerosos argumentos en defensa de la reforma. Los funcionarios de la facultad que hablaron con este diario, al igual que el decano citado, prefirieron hacerlo confidencialmente hasta que el Superior tome una decisión firme. “Nos cuidamos de no vulnerar el estatuto. Por eso dejamos la estructura de las juntas tal como estaba, como órganos consultivos. Para hacerlos resolutivos, había que cambiar su composición y el estatuto no lo permite.” Y se añadió: “En Ciencias Exactas, las juntas no respetan la proporción estatutaria y también funciona un sistema de consulta a la comunidad para elegir al director. Nunca se objetó ese sistema. El año pasado, Filosofía y Letras resolvió que los JTP concursados en otra facultad pueden dirigir departamentos. Tampoco nadie lo objetó”.
Los verdaderos problemas para Sociales empezarán si el proyecto es aprobado. Tendrá que decidir bajo qué norma realizar las elecciones dentro de dos semanas, cuando el proceso electoral (exhibición de padrones, por ejemplo) ya comenzó bajo la reforma del mes pasado.