UNIVERSIDAD › PLAN PARA EL DESARROLLO CIENTIFICO REGIONAL
Por una ciencia más federal
El Gobierno lanzó ayer un programa de fondos dirigido a financiar proyectos científico-tecnológicos prioritarios para las provincias.
La ciudad y la provincia de Buenos Aires concentran más del 60 por ciento de los subsidios nacionales destinados a proyectos de investigación científica. Para intentar federalizar esa inversión, el Gobierno lanzó ayer la tercera etapa del Programa de Jerarquización de la Actividad Científica y Tecnológica: consiste en la apertura de fondos federales destinados al desarrollo de proyectos regionales. “Nuestro objetivo central es lograr que la ciencia y la tecnología mejoren la calidad de vida de la población y el sistema productivo regional”, explicó Daniel Filmus, ministro de Educación.
A las nuevas líneas de recursos podrán aspirar los equipos de investigación que trabajen en universidades, organismos científicos provinciales, empresas y también en organizaciones no gubernamentales. “La idea es que los proyectos se orienten a fortalecer los sistemas científicos de las provincias –señaló el ministro–. Hasta ahora, los recursos se concentraban en las regiones con mayor capacidad y productividad. Por eso se planteó la necesidad de desarrollar capacidades en las 23 provincias y en la Capital Federal.” Es decir, los subsidios se venían otorgando en una suerte de régimen de competencia que terminaba favoreciendo a la región metropolitana por su capacidad ya instalada (cantidad de científicos y equipamiento). Esa metodología desembocó en una fuerte asimetría regional. Ahora estarán garantizados determinados fondos, aunque las provincias también podrán aspirar a otros subsidios.
El plan anunciado ayer en la Casa de Gobierno se suma al aumento presupuestario para el sector científico, lanzado en diciembre pasado, y al incremento salarial dirigido a los investigadores del Conicet, así como a la apertura del ingreso de becarios, difundidos este mes. Esas fueron las primeras dos etapas del Programa de Jerarquización de la Actividad Científica. Los recién lanzados Fondos Federales de Innovación Productiva se distribuirán a través del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (Cofecyt), el ente que reúne a las áreas gubernamentales dedicadas a la ciencia en cada provincia. El financiamiento será de 300 mil pesos por provincia, en tres años, y exigirá una contraparte del 30 por ciento, a cargo de la entidad beneficiaria. La inversión del Estado nacional sumará 7,2 millones de pesos y, en total, tomando en cuenta la contraparte, llegará a 10,2 millones.
Los proyectos –cuya presentación vence el próximo 30 de julio– podrán ser de diversos tipos: dirigidos al fortalecimiento del sistema nacional de innovación productiva, o a la planificación productiva regional, o al impulso de un sistema de cadena de valor, o a la transferencia de conocimiento en favor de la sociedad y la calidad de vida de la gente, entre otros. La definición de las áreas prioritarias a desarrollar estará a cargo de las jurisdicciones provinciales. Y, desde la Agencia de Promoción Científica, se hará el seguimiento y evaluación de las investigaciones.
Del lanzamiento del programa participaron los secretarios de Ciencia y Tecnología de las provincias. Agradecieron el carácter federalista de la iniciativa y señalaron que, si bien la cifra invertida no va a solucionar los problemas del sector científico, “sí va a ayudar a concientizar y a traccionar recursos” de los gobiernos locales. “Es mucho más la señal que el dinero”, se comentó.
Poco antes de la presentación de los Fondos Federales, el presidente Néstor Kirchner recibió al científico del Conicet Gabriel Rabinovich, director de la investigación que en el Hospital de Clínicas logró importantes avances en la lucha contra el cáncer de piel. En el encuentro, Kirchner insistió en su compromiso con la ciencia y la investigación. “Estoy decidido. En la medida en que los recursos del Estado mejoren, vamos a ir aumentando la inversión.” También recalcó que el financiamiento del sector científico “se tiene que transformar en una política de Estado, se tiene que institucionalizar. Tiene que ser una política estratégica, para que ya no se discuta, para que con el paso de los años ya no pueda ser visto como una variable de ajuste”.