UNIVERSIDAD
Los docentes debaten un convenio para recuperar la dignidad perdida
Los gremios pretenden definir un convenio colectivo de trabajo para 104 mil docentes. Los rectores aceptan abrir la discusión.
Por Javier Lorca
Los docentes universitarios reclaman un marco que regule su actividad. Hasta ahora sólo rigen acuerdos puntuales con las autoridades universitarias, pero no existe ningún convenio que defina sus derechos y funciones laborales, ni la carrera docente, ni las condiciones de trabajo, entre otras cosas. “Para recuperar el inmenso valor –hoy lamentablemente deteriorado– de las casas de altos estudios, se hace indispensable devolver a sus docentes la dignidad profesional de la que han sido despojados”, señala el proyecto de convenio colectivo de trabajo que está debatiendo la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu). Pese a la división gremial, el otro sindicato nacional, la Conadu Histórica, sostiene el mismo reclamo. Y, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), su presidente admitió que los rectores están dispuestos a “abrir el debate para lograr una mejora institucional”.
En un congreso que comenzó ayer y concluye hoy en Santiago del Estero, la Conadu reunió a sus delegados gremiales para resolver un plan de lucha, elaborar una propuesta para democratizar el gobierno universitario y también continuar con su proceso electoral interno. Uno de los objetivos centrales del congreso es, además, definir un proyecto de convenio colectivo para regir el trabajo de los 104 mil docentes de todo el país. Para llegar a eso, antes tendrán que acordar con los rectores del CIN.
“Hay muchísimas cosas fundamentales que necesitamos reglamentar –explicó el secretario adjunto de Conadu, Pedro Sanllorenti–. Por ejemplo, los docentes no tenemos algo básico como la indemnización, que rige para cualquier otro trabajo, si incluso acaba de prorrogarse la doble indemnización. Un docente puede trabajar por 15 años pero el día que pierde un concurso, se queda sin nada.” Sin mencionar el caso de un docente interino, que puede ejercer durante años con un contrato y, cuando se resuelve concursar ese cargo, o simplemente contratar a otro, corre el riesgo de perder el puesto sin reconocimiento alguno. “Un punto central es recuperar el nomenclador salarial, con un cargo testigo con un sueldo digno. En 1987, el ayudante de primera con dedicación semiexclusiva cobraba media canasta familiar: hoy serían 950 pesos, cuando ese docente cobra 350. Estamos analizando proponer que el cargo testigo cubra la canasta de pobreza, 720 pesos. También queremos que se incorporen al salario todos los incentivos y bonificaciones”, agregó Sanllorenti. Entre numerosas cuestiones, la Conadu pretende incluir en el convenio un régimen de licencias, un control del medio ambiente y las condiciones de trabajo (para evitar accidentes y enfermedades más comunes), así como una novedosa figura: el acoso moral. “Se conocen muchos casos de docentes que, para seguir en su cargo u obtener un subsidio, dependen del informe favorable de alguien que, por eso, lo denigra o le hace la vida imposible.”
El presidente del CIN, Aníbal Billoni, aseguró a Página/12 que los rectores están dispuestos a iniciar la discusión. “Confrontar ideas y elaborar una propuesta de común acuerdo puede ser muy positivo para lograr una mejor dialéctica institucional. Ya lo hicimos con los no docentes y se aprobó un convenio colectivo, al que todavía hay que corregirle algunas cosas.” Billoni aludió a la complejidad del proceso: “Para empezar, tenemos dos Conadu. Sólo una tiene representación legal, pero vamos a habilitar un espacio informal para que participe la Conadu Histórica”. Los dos sindicatos tienen inscripción gremial, pero solamente la Conadu tiene la personería jurídica. Por eso, es el único gremio que podría firmar un convenio colectivo.
No obstante los habituales enfrentamientos entre los sindicatos, la secretaria adjunta de la Conadu Histórica, Claudia Baigorria, opinó: “No creo que tengamos diferencias en cuanto a la relación laboral. Nosotros estamos abiertos a dialogar, como siempre. Si no lo hacen, estarán acordando sólo con una fracción de los docentes”. Según Baigorria, “lo central del convenio colectivo sería definir la carrera docente, para enfrentar la precariedad y la flexibilización. Las actuales condiciones son expulsivas y denigrantes, no tenemos estabilidad laboral. Una vez establecida la carrera docente, todo lo demás vendrá por añadidura”.