UNIVERSIDAD
Dos conflictos que prologan la pulseada electoral en la UBA
El rector y los consejeros debaten sobre el voto de los profesores del CBC y la transparencia del padrón de los graduados.
Por Javier Lorca
Dentro de dos meses, justo después de los comicios nacionales, profesores, graduados y estudiantes de la Universidad de Buenos Aires votarán para elegir nuevas autoridades académicas. El proceso electoral ya está en marcha y, además de las negociaciones y disputas en cada facultad para definir candidatos y traccionar apoyos, hay dos discusiones que atraviesan a toda la universidad y enfrentan a diversos sectores. Cuestiones que, según el rector Guillermo Jaim Etcheverry, “hacen a la transparencia” y a “la más amplia participación” en las elecciones. Una es si podrán votar –o quedarán excluidos– los profesores del Ciclo Básico Común (CBC). Y otra, cómo se manejarán los conflictivos padrones de graduados.
La planta docente de la UBA cuenta con unas 30 mil personas. De ellas, sólo el 24,4 por ciento son profesores regulares, es decir, profesores concursados y, según el estatuto, con derecho a elegir representantes en el cogobierno universitario. Sin embargo, no todos los profesores regulares podrán votar en los próximos comicios: hasta hoy, están excluidos los 160 que dan clases en el CBC, porque este ciclo, el primer año de todas las carreras de la UBA, no tiene una estructura autónoma y autogobernada como tienen las facultades. Por eso, Jaim Etcheverry elevó al Consejo Superior un proyecto instando a que los profesores del CBC “puedan ejercer los derechos conferidos por el estatuto en virtud de un elemental principio de igualdad”. El rector propuso que, para las elecciones simultáneas previstas para la última semana de octubre los profesores concursados puedan votar en las facultades correspondientes a las materias que dictan en el ciclo básico o, si se trata de materias comunes a diferentes facultades, puedan votar en la unidad académica que otorgue el título con que se graduó el profesor.
En cambio, un grupo de decanos planteó una alternativa: “Propusimos que estos profesores puedan votar pero como graduados de sus facultades y, a la vez, que se solucione lo antes posible el problema de fondo, que es la situación del CBC –dijo Fernando Vilella, decano de Agronomía–. Ninguna de las propuestas en análisis cumple plenamente con el estatuto. El problema de fondo son las cuestiones estructurales que no contempla el estatuto y, mientras no se convoque a una asamblea para modificarlo, no se pueden resolver”. Una postura similar sostuvo Pablo Jacovkis, decano de Exactas, quien presentó el año pasado un proyecto para institucionalizar el CBC, darle una estructura estable y crear un consejo académico que lo administre. “El proyecto del rectorado no ha tenido buena acogida porque probablemente cuente con oposición en las facultades. Podría generar tensiones, no sería sencillo que de golpe aparezcan nuevos profesores con posibilidad de influir en las elecciones... Según el estatuto, los profesores regulares son nombrados a propuesta de los consejos directivos de las facultades y eso, en este caso, no es así –comentó Jacovkis–. Además, la propuesta tampoco goza de apoyo entre los profesores del CBC. Ellos quieren una estructura propia.”
Hasta ahora, el proyecto del rector sólo ha logrado apoyo de la mayoría del claustro docente. “Todos los profesores concursados tienen los mismos derechos. Mientras se institucionaliza el CBC, un avance sería permitirles ejercer su derecho en las facultades. Hacerlos votar como graduados sería una barbaridad, sería retrotraernos a antes de la Reforma –dijo el consejero superior Fortunato Mallimaci–. Más allá de las especulaciones políticas de los decanos, espero que todos prioricen la democracia a sus intereses particulares.”
El debate sobre los padrones de egresados también lo abrió una propuesta del rector. “Uno de los objetivos que me he fijado es el de estimular la vinculación de los graduados con su universidad... Una herramienta apropiada es ampliar su participación en el proceso de elección de sus representantes”, señaló en una nota enviada a todos los consejeros superiores. “Como se siguen escuchando críticas ante la complejidad y restricciones que, en muchos casos, caracterizan la incorporación de graduados a los padrones, la propuesta que desearía fuera tratada intenta facilitar al máximo dicha participación.” Concretamente, propuso que la inscripción deje de ser personal y pase a ser electrónica. Y también que todos “los padrones estén publicados de modo permanente en la página web de la universidad y cada unidad académica”. Tampoco esta iniciativa ha avanzado aún en el Consejo Superior. “Estas presentaciones se están haciendo cuando en pocas semanas cierra el padrón de graduados como parte del proceso electoral –aseguró Edgardo Decaminada, consejero por la mayoría de graduados–. No es que no estemos de acuerdo, sino que no es el momento de discutir estas cosas. Hace más de un año propusimos discutir todas las modificaciones que se creyeran necesarias, pero ahora no tiene sentido.”