Las cosas grandes y pequeñas
Le gustaba gastar en buena ropa, la noche, las salidas con amigos; pero también quedarse en su taller, disfrutar del jardín, mirar con paciencia los árboles y los objetos. Manuel Musto, nacido a fines del siglo XIX, es uno de los más importantes realistas rosarinos: su pintura casi siempre es diáfana, matinal, y como sus compañeros de generación (y amigos) pintaba lo que quería: la esquina, los cuchillos de la casa, los amigos, el peral. Ahora el Museo Castagnino de Rosario lo recuerda en la exhibición Vigor y trascendencia: El legado de Manuel Musto, una muestra que además de las pinturas incluye piezas de archivo, documentales, bibliográficas y biográficas.
