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La muestra Civilización y Barbarie (Argentinos Contemporáneos) es un proyecto de la curadora Sonia Becce, organizado y financiado por la Dirección Nacional de Artes Visuales de la Cancillería Argentina. El grupo de 18 artistas que trabajan en video, fotografía, dibujo, pintura, diseño de moda, instalaciones, arte de red y escultura está conformado por Mónica van Asperen, Guillermo Ueno, Miguel Mitlag, Flavia Da Rin, Judith Villamayor, Lola Goldstein, Silvana Lacarra, Deborah Pruden, Eduardo Navarro, Diego Bianchi, Fabián Bercic, Daniel Joglar, Ruy Krygier, María Inés Szigety, Manuel Brandazza y Diego de Aduriz, Ernesto Arellano, Javier Barilaro y el Proyecto Editorial Eloísa Cartonera. La muestra comenzó su itinerancia el año pasado en el Centro Cultural Renato Russo de Brasilia, siguió en el Museo Carlos Mérida de Guatemala, en el Museo del Canal Interoceánico de Panamá, en el MAC de Santiago de Chile y finaliza en Venezuela en el mes de octubre. Caracas es la última sede y en un principio el Museo Sofía Imber era el destinatario original de la muestra. Pero cuando en 2004 se incendió el edificio contiguo al museo, debió mudarse el lugar de exhibición hacia el también prestigioso Museo Jacobo Borges. La página web de la muestra (www.c-y-b.com.ar) es un instrumento útil para conocer a los artistas, sus obras y los diferentes montajes en cada una de las instituciones, además de los textos del catálogo. Una de las obras más curiosas es Estudio 14, de Judith Villamayor. En cada uno de los museos se replica su taller de Buenos Aires, con el equipamiento tecnológico, impresiones de trabajos, esculturas y todo lo que la artista concentra en su espacio. Durante el período que dura la muestra los visitantes pueden conversar con ella a través de cámaras web instaladas en ambos lugares, experimentando un contacto más profundo con la obra, a través del diálogo con su autora. En Brasilia, Diego de Aduriz y Manual Brandazza hicieron un desfile de su colección para la apertura, reclutando los modelos entre los estudiantes que visitan a diario el centro cultural. El resultado fue una inauguración con música, pasarela, mucho público y las autoridades de la embajada argentina sorprendidas por la convocatoria de un evento tan poco común en esa ciudad.