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El ex ministro de Economía José Luis Machinea reapareció ayer en un seminario en Barcelona, desde donde, siguiendo la moda, realizó una autocrítica: “Argentina necesita una clase dirigente mejor que la que tuvo en el pasado”, afirmó. Por otro lado, pidió que España sea “la voz” en Europa para conseguir ayuda financiera internacional para el gobierno de Duhalde. Y buscó tranquilizar al auditorio de empresarios españoles con inversiones en Argentina con una frase: “la crisis no es permanente”, aseguró, sin dar mayores precisiones. Preocupado por la escasa renovación de la dirigencia política, Machinea, dijo que “hay que analizar a las personas que tuvieron responsabilidades políticas en los últimos 15 o 20 años para saber quiénes son corruptos, que desgraciadamente los hay, y quiénes no”, sostuvo. Y, optimista, agregó que “la esperanza es muchas veces la propia crisis de la que salen nuevos dirigentes”. Luego, con un discurso similar al que levantan por estos días en Washington, el ex ministro de De la Rúa señaló que “muchos dirigentes políticos no han entendido la gravedad de los problemas de Argentina”. Machinea, sin embargo, no dijo nada del aval de todo el arco político con que contó su gestión al frente del Ministerio de Economía, aval con el que logró aprobar a poco de asumir, y a pedido del FMI, un impuestazo y un fuerte recorte salarial.