EL PAíS › SE HARA LA MOVILIZACION DE APOYO DEL PJ AL PRESIDENTE
Plaza de la esperanza, el viernes
Por Diego Schurman
Ahora sí. Eduardo Duhalde tendrá su Plaza de la Esperanza. Será este viernes, frente al Congreso, donde sectores del peronismo buscarán reunir 40 mil almas para apoyar al Gobierno. La hora no es casual: si fijó a las 12, exactamente el momento en que el Presidente iniciará ante la Asamblea Legislativa el discurso de apertura de las sesiones ordinarias.
Duhalde le dio el sí a la concentración el último jueves. Ese día se reunió con un grupo de intendentes bonaerenses en el partido de Tres de Febrero. Pero el encuentro pasó desapercibido, ya que el Presidente se había trasladado allí para anunciar, junto al gobernador Felipe Solá y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, un plan nacional de prevención del delito.
La movida finalmente quedó al descubierto esa misma noche, en Olivos, durante un encuentro de senadores del PJ. Fue cuando uno de los presentes manifestó su preocupación por las protestas que pudieran surgir en el acto de apertura de las sesiones ordinarias.
–Si hay cacerolazos o marchas contra el corralito, ¿vas a entrar en helicóptero? –le preguntó, en suma confianza, el legislador entrerriano Jorge Busti.
–El 1º de marzo me van a acompañar 40 mil peronistas rodeando el Congreso –lo tranquilizó Duhalde.
Para muchos fue una novedad. Y era entendible: ya hubo dos intentos fallidos para realizar Plazas del Sí. El último intento había sido abortado por la Iglesia y las mismas presiones de Hilda “Chiche” Duhalde, a quien le parecía un despropósito. Se pensó en una concentración en Plaza de Mayo para respaldar los anuncios económicos del Gobierno.
Como entonces, en esta oportunidad la organización quedó en manos de un racimo de intendentes del conurbano, entre ellos Manuel Quindimil, de Lanús, y Hugo Curto, de Tres de Febrero. El grupo seguramente apelará al “aparato” partidario para garantizar una nutrida presencia frente al Congreso.
Para demostrar que todo va viento en popa, Quindimil desembarcará hoy a las 20 en la oficinas que Duhalde posee en Avenida de Mayo al 800. Lo hará como titular del Consejo Nacional del PJ bonaerense. Simultáneamente en su distrito, Lanús, se convocó a todos los secretarios generales de las unidades básicas para coordinar el traslado de la gente hacia la Plaza del Congreso.
Alberto Balestrini, el intendente de La Matanza, fue punzante al describir el espíritu de la convocatoria. “Hay que apoyar a Presidente, aunque aún haya algunos miembros del Consejo Nacional Justicialista que no se dieron cuenta de que Cavallo y De la Rúa ya se fueron del gobierno”, dijo sin dar nombres.
A esta altura, no parece haber muchos misterios. En el centro de las críticas por la falta de apoyo, y por las presiones para realizar elecciones anticipadas, están los gobernadores Néstor Kirchner, de Santa Cruz, y José Manuel De la Sota, de Córdoba. Por supuesto que también insultan al ex presidente Carlos Menem, enemigo histórico de los nuevos inquilinos de la Casa Rosada.
Para el Gobierno la convocatoria de elecciones para este año aceleraría los síntomas de “caos y anarquía”, dos de las palabras preferidas del diccionario duhaldista. Si el Presidente ya tiene el poder raleado, su inmediata partida –especulan– no haría más que herirlo de muerte, volviendo la transición aún más convulsionada.
En palabras de Raúl Alfonsín, socio de aventuras de Duhalde, sería el resquebrajamiento, si no el fin, de la democracia. La preocupación por ciertos movimientos “desestabilizadores” no le es exclusiva. Pero de todos modos, por las expresiones públicas de los funcionarios de la Casa Rosada, no parecen ser el eje de la movilización del viernes.
“Es una decisión que ha pasado exclusivamente por un pedido de los intendentes en la que el Presidente ha estado de acuerdo. Se trata de unacto donde Duhalde se sentirá acompañado por un conjunto de amigos de siempre y con los que trabajaron juntos en política”, señaló el secretario Privado de la Presidencia, José Pampuro.
Una de las ideas que se echó a rodar ayer, para evitar que la foto de la Plaza sea la del justicialismo bonaerense, es la convocar a manifestarse exclusivamente con banderas argentinas. Pero la iniciativa no parece entusiasmar a todos los intendentes. Para muchos es un excelente momento para mostrar, medido en columnas o estandartes, su poderío distrital.
Algunos dirigentes el conurbano señalaron que las muestras de apoyo provendrían incluso del radicalismo provincial, que se asoció a Duhalde en la aventura de gobierno. Pero en este caso también parece poco probable que la tropa de Raúl Alfonsín se dé una vuelta frente al Congreso.
“Más allá de quiénes concurran finalmente, acá hay una voluntad manifiesta de realizar una movilización positiva. No es contra nadie. Es por la consolidación de la transición. Y de respaldo político al Presidente”, señaló el diputado duhaldista José María Díaz Bancalari.
En ese sentido, descartó que se busque “competir” con las distintas protestas populares, incluidos los cacerolazos, que volverán a tronar el 8 y el 24 de marzo, según resolvieron el fin de semana en la asamblea de Parque Centenario. El 8 se conmemora el Día de la Mujer, el 24 el aniversario del golpe de Estado que dio inicio a la última dictadura militar.
Para el Gobierno resulta trascendental apuntalar la figura de Duhalde. El Presidente tiene distintos flancos abiertos. “Nosotros caímos en paracaídas en Kabul y tenemos cada tres días un cacerolazo. Con esta Plaza de la Paz y la Esperanza simplemente buscamos la tregua necesaria para poder gobernar”, señaló a este diario uno de los funcionarios más estratégicos del Gobierno.
La búsqueda del calor de la gente no será únicamente a través del acto del viernes. En la carpeta de Duhalde también figuran nuevas giras por las provincias, como ya lo hizo el fin de semana en Tucumán y ayer en Santiago del Estero. Ushuaia, Formosa y Entre Ríos son algunas de las paradas confirmadas.