Hugo Biolcati es un auténtico “beringei”, quizá potenciado por un apellido poco ilustre, con mucho olor a “tercera clase” de un barco que partió de Nápoles. Representa a la Sociedad Rural Argentina, cuna del antiperonismo más violento y nido de la más rancia oligarquía terrateniente. Motores indispensables de varias subversiones militares, en contra de la Constitución y las leyes, hoy quieren disimular su rencor y resentimiento con el movimiento político “dignificado” por Evita, profesando modernidad y publicitando posturas “aggiornadas”. Nada ha cambiado, no pueden disimular tanto odio.

Otra vez volvieron las ideas nacionales y populares, otra vez la justicia social, otra vez una posición equidistante, tanto de las políticas del Imperio dominante como de los gobiernos de izquierda, con dogmas potenciados. Otra vez un progreso sostenido para los trabajadores y los marginados, olvidados durante 35 años de la protección del Estado. Este señor, acicateado por un numeroso público, “malició” desde la tribuna del Monumento a los Españoles al defender sus “arcas” que estaban “frente al Zoológico”, con una sonrisa socarrona. Este señor, en cuanto programa televisivo participó, delante de las “generosas” cámaras de multimedios, sensibilizados por los “sufrimientos” de los empresarios agroganaderos o rentistas, afirmaba que las multitudes en apoyo al Gobierno eran movilizadas por un “chori” u otro “soborno” parecido. Este señor parodió, con el “partenaire” del “ilustre” periodista Bernardo Neustadt, sobre lo “inevitable de un pronunciamiento cívico”, que reemplace a la Presidenta, por el “traidor” de su “compañero” de fórmula política.

Soberbios y “suficientes” declaran muy sueltos de cuerpo que la existencia de los “gorilas” es un anacronismo, que se torna inexistente en la actualidad. Igual que declaman el “fin de las ideologías”, mientras se abrazan desesperadamente a los pocos argumentos indemnes del desastre neoliberal. Lo que parecería evidenciarse, patéticamente: es que ya están a un paso de declamar “viva el cáncer”, recordando la agonía de Eva Perón.

Diego Puente

D.N.I. Nº 10.788.274