Primero: La oposición asegura que el 82 por ciento móvil es viable y que el Estado no necesitará más fondos de los que ya posee en la Anses.

Segundo: La oposición asegura que el gobierno de Cristina Fernández es desastroso, y en particular que la administración de la Anses es espuria y mal encaminada. El 82 por ciento móvil sólo se aplicó en el país cinco años (1958/1963), teniendo que ser interrumpido por su falta de sustentabilidad. Por esos años la relación trabajador/jubilado era de 1/11, y aun así no pudo sostenerse. Hoy la relación t/j es de 1/1,5 y el proyecto podría financiarse cómodamente... Como vemos, una premisa invalida la otra. O bien, ¿cómo podría un proyecto codiciado a nivel mundial, que significó un fracaso aun cuando la coyuntura laboral previsional era mucho menos adversa, ser llevado a cabo por una pésima administración?

Fabricio Peloso

DNI Nº 36.896.246