Luego de la recuperación de la democracia, el doctor Antonio Cafiero abrió el camino para que el peronismo pudiera ganar nuevamente en elecciones libres, a través de la Renovación Peronista, porque como él decía, después de la derrota en el ’83, “el peronismo se encontraba perdido en la oscuridad de la noche”. En aquella histórica interna peronista entre Cafiero y Menem, del año ’88, el doctor Cafiero vino a San Juan y fue recibido por los compañeros que estábamos compenetrados en el proyecto renovador en el Cine Estornell, frente a la plaza. La dirigencia sanjuanina que lo acompañaba en ese momento eran los compañeros José Luis Gioja, Olga Riutort, Ruperto Godoy, Juan C. Gioja y otros que hoy no recuerdo. El espacio que encabezó Cafiero como gobernador de la provincia de Buenos Aires y el cual acompañamos desde Jáchal tan sólo doce compañeros (Sohar Aballay, Cuto Marinero, Ricardo Guerrero, Aurelia Marinero, Mamerto Marinero, Pedro Balmaceda, Luis y Vicente Vega, Jorge Barifusa (padre), Nicolas Dimeli, Beto Bazan y quien escribe esta nota Fabián Núñez) hizo frente a la marea menemista, que luego el tiempo nos dio la razón de que no estábamos tan equivocados en acompañar al doctor Cafiero. Hoy está reunido con su Maestro, el general Perón, y desde el cielo nos seguirá iluminando la senda de liberación, para lograr una patria libre, justa y soberana. Por su militancia y trayectoria política –fue ministro de Comercio Exterior, interventor federal de la provincia de Mendoza, diputado de la Nación, gobernador de la provincia de Buenos Aires, embajador, jefe de Gabinete y senador de la Nación, siempre fue reconocido y respetado por todos los partidos como defensor de la democracia. Hoy despedimos a un gran dirigente y no tengo duda alguna de que si le hubiera ganado la interna a Menem, por su capacidad intelectual y su talento político seguramente hoy despediríamos a un gran presidente. Vaya para él nuestro más sentido recuerdo.

Fabián Alberto Núñez

DNI 17.837.268