El índice nacional de precios al consumidor (IpcNu) aumentó 1,4 por ciento en septiembre respecto del mismo mes del año pasado, mientras que acumuló en lo que va del año un incremento del 19,8 por ciento. Así lo informó ayer el Indec. El mes pasado los rubros de indumentaria, cigarrillos y atención médica anotaron los mayores incrementos, al tiempo que alimentos, servicios básicos y educación computaron las menores subas. La variación de precios al consumidor registró una fuerte desaceleración en los últimos meses en relación con el primer trimestre del año, cuando las tensiones cambiarias, la contracción de las reservas internacionales y la especulación de productores y comerciantes ocasionaron un salto del proceso inflacionario. “No sé de dónde sale que los precios suben 40 por ciento”, afirmó ayer el secretario de Comercio, Augusto Costa, para criticar las mediciones privadas de inflación. El funcionario se juntó ayer con distintas organizaciones para avanzar en la reglamentación de las nuevas leyes de Defensa del Consumidor.

El incremento del IPC nacional urbano de septiembre fue uno de los más bajos desde que comenzó el año. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que en enero el alza había sido del 3,7 por ciento; en febrero, del 3,4; en marzo, del 2,6; en abril, del 1,8; en mayo, del 1,4; en junio, del 1,3; en julio, del 1,4, y en agosto, del 1,3. Las estrategias del Gobierno para moderar el incremento desmedido de las remarcaciones de los comerciantes durante el primer trimestre avanzaron en distintas direcciones. La principal fue potenciar el programa de Precios Cuidados, con el objetivo de que los consumidores cuenten con valores de referencia para la compra de productos básicos. La iniciativa se completó a través de acuerdos de la Secretaría de Comercio con industriales para pactar precios de la canasta escolar y de los materiales de la construcción, mientras que se negociaron las subas con el complejo farmacéutico y petrolero.

La apuesta por descentralizar la comercialización de productos masivos a través de mercados vecinales fue otra de las estrategias para frenar el alza de los precios y disminuir el poder de mercado de los grupos concentrados de la cadena de la distribución. En Economía explicaron además que la recomposición de reservas del Banco Central, la estabilidad del tipo de cambio oficial y el menor movimiento de la economía frenaron las presiones inflacionarias del primer trimestre.

La tendencia de desaceleración de los precios, aunque aún en niveles elevados, requiere observar el comportamiento de los distintos rubros del IPC nacional urbano. El mes pasado alimentos subió 1,1 por ciento, contra el alza del 3,3 por ciento de enero; equipamiento y mantenimiento del hogar, 1,1, contra 4,5; transporte y comunicaciones, 1,5, contra 5,4; esparcimiento, 0,7, contra 4,8; atención médica y gastos para la salud, 1,5, contra 5,9; indumentaria, 1,9, contra 0,8; viviendas y servicios básicos, 1,0, contra 2,2, y educación 1,1, contra 1,6.

En el desagregado, el informe del Indec precisó que los mayores incrementos de septiembre ocurrieron en cigarrillos, con un alza del 7,2 por ciento; en libros, con 3,1 por ciento; en agua y servicios sanitarios, con 6,7; en calzado deportivo, con 2,9, y en yerba mate, con 2,5. A diferencia de este de-sempeño, los productos que registraron las menores remarcaciones fueron panificados, con una suba de 0,8 por ciento; pescados, con 0,6 por ciento; alquiler para la vivienda, con 0,8, y transporte para turismo, 0,1. A su vez, alojamiento y excursiones computó una caída del 1,2 por ciento.

La medición de precios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anotó un alza del 2,2 por ciento en septiembre, mientras que acumuló en lo que va del año un incremento del 31,1 por ciento. Las estimaciones privadas que la oposición asume como propias dieron 2,48 por ciento de inflación en septiembre y 41,06 en los últimos doce meses.