“Vamos a seguir construyendo esta Argentina que estamos haciendo desde hace más de una década, por más sueños, por más trabajo, por más igualdad”, prometió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ayer por la tarde, en un acto en el que anunció nuevas medidas de transferencia de recursos hacia los sectores más vulnerables, tanto de forma directa como indirecta. Un aumento de la remuneración a los trabajadores de cooperativas bajo la órbita del Ministerio de Acción Social, que a partir de noviembre quedará cerca del salario mínimo vital y móvil; la construcción de 500 salitas para alojar a los niños de cuatro años que se suman al sistema educativo luego de que se ampliara la obligatoriedad; y la ampliación de las prestaciones de los planes de salud pública Nacer y Sumar fueron las medidas que dio a conocer la mandataria ayer en Tecnópolis. “Vinimos a poner la ley de la justicia, la equidad y la igualdad”, aseguró la mandataria, que en contraste acusó a los medios de comunicación opositores de “asustar para ajustar” y a los candidatos a reemplazarla el año próximo de “competir” a ver “quién rompe primero” en lugar de hacer propuestas.

Quince mil trabajadores quedarán comprometidos al nuevo plan de trabajo Cooperar, que replica las condiciones de Argentina Trabaja, el esquema de cooperativas aplicado desde 2009 por el Ministerio de Desarrollo Social. “No es un plan social, no es regalarle nada a nadie, sino dar trabajo a los argentinos y a las argentinas”, recordó CFK, “sin intermediaciones, para que nadie pueda facturarle ese trabajo a nadie y cada uno pueda cobrar su trabajo todos los meses”. Estos nuevos cooperativistas tendrán como tarea construir 500 salas destinadas a incorporar al jardín de infantes a más de doce mil chicos y chicas de cuatro años, “en los lugares más vulnerables del país, donde está el 66 por ciento de los chicos que aún no ha ingresado” al sistema educativo, explicó.

Además, todos los trabajadores que hoy se encuentran bajo el régimen de cooperativas verán desde noviembre un aumento en su retribución económica: el básico, que actualmente está en 2000 pesos, subirá a 2600; mientras que también subirán los bonos por productividad (de 450 a 800 pesos) y presentismo (de 350 a 600 pesos). Eso, sumado a los 233 pesos de aportes y monotributo, que también pone el Estado nacional, llevará el total a 4233 pesos, muy cerca de los 4400 pesos del salario mínimo, vital y móvil actualizado en septiembre. “No son políticas asistencialistas, al contrario: son fundamentalmente de elevar a la sociedad, de provocar movilidad social ascendente, son de promoción social”, agregó Fernández de Kirchner.

La Presidenta contrastó este anuncio con un artículo publicado por el diario La Nación en el que se afirmaba que “casi la mitad de los trabajadores del país está en la informalidad”. CFK desmintió estos números “que nadie explica cómo salen y de dónde salen” y sostuvo que lo hacen para “asustar para ajustar”. Por el contrario, sostuvo, la tasa de informalidad, que es del 33,1, es “la más baja de las últimas décadas” en el país; mientras que la tasa de desvinculación laboral es “la más baja de los últimos años” según datos del Ministerio de Trabajo.

“A los argentinos los asustaron durante demasiado tiempo, los argentinos necesitan dirigentes que los ayuden a no tener miedo, los argentinos necesitan dirigentes que los sigan llevando por el camino del trabajo, del hacer, de la construcción y no de la destrucción o de la crítica por la crítica permanente”, agregó, en referencia a los candidatos opositores que en los últimos días prometieron derogar leyes aprobadas durante los últimos años en caso de llegar a la Casa Rosada. “Queremos competir, pero en la base de quién hace mejor las cosas, no quién las rompe primero, porque eso no le sirve a ningún argentino, no le sirve al país”, desafió.

Fernández de Kirchner además hizo anuncios relacionados con la ampliación de las prestaciones de los programas de salud pública Nacer y Sumar, que otorgan cobertura a niños y niñas de hasta 19 años, mujeres embarazadas y mayores de 64 años. Acompañada por los ministros de Salud, Juan Manzur; Educación, Alberto Sileoni; Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y Cultura, Teresa Parodi, la mandataria destacó que esos planes permitieron reducir la mortalidad infantil en los últimos diez años, casi a la mitad. “En 2003 era 16,5 por mil y hoy 10,8 por mil”, ejemplificó. “Ahora hay miles de niños y mamás que ya no mueren por falta de cobertura. Está el Estado allí.”

La Presidenta relacionó estos planes con otras políticas públicas como la Asignación Universal por Hijo y la Asignación para mujeres embarazadas, que forman parte del mismo proceso de “socialización, de culturalización” y de revalorización del rol de lo público. “Se había decretado que el Estado no servía para nada, imperaba la ley de la selva y la ley del más fuerte, pero nosotros vinimos a poner otra ley: la de la justicia, la equidad y la igualdad”, sostuvo la mandataria, que contó que en marzo pasado especialistas de 32 países visitaron la Argentina para conocer el Plan Sumar y que el país fue premiado por esta iniciativa, algo que no salió en los grandes medios de comunicación.

En la última década, la mortalidad infantil se redujo un 34 por ciento y la materna un 24 por ciento, lo que equivale a 23.964 vidas salvadas, destacó la Presidenta. “Allí está el Estado, tendiendo la mano”, dijo. Sumar es un programa federal del Ministerio de Salud implementado con ese objetivo, ampliando el Plan Nacer, que funciona desde 2004. En ese período, además, se incorporaron 13 de las 19 vacunas incluidas en el calendario nacional, uno de los más completos del mundo. La iniciativa brindó 55 millones de prestaciones, “logrando la inclusión de más de 12 millones de personas”, según un informe que difundió el Ministerio de Salud. Entre otros logros, se disminuyó “un 66 por ciento la brecha de mortalidad infantil entre el norte y el resto del país”.