“Estamos como en Disneylandia”, le decían Hernán y Matías Botbol –dueños del sitio Taringa!– a Página/12, con una copa de vino tinto en la mano y la mirada posada sobre el vasto horizonte que se le abría hacia el imponente valle de silicio, corazón de la nueva economía digital. El dúo Botbol no salía de su asombro y el marco no podía ser mejor: estaban en el encuentro Traweln, organizado por el argentino Wenceslao Casares, aquel emprendedor que fundó Patagon.com en la primera burbuja de Internet y que se vendió por 500 millones de dólares. Ahora, Casares emprende una nueva cruzada con Bling Nation, una plataforma para comprar a través de los teléfonos móviles. Como sea, desde su casa de Palo Alto, a un par de kilómetros de la Universidad de Stanford, la vista era imponente y los deseos parecían estar más cerca de lograrse. Pero vaya uno a saber si no se trata de un gran espejismo. Los muchachos de Taringa! –sitio que roza los 40 millones de visitas únicas por mes– eran apenas una parte de la avanzada propuesta por la organización Palermo Valley para gestionar una recorrida de unos cuarenta nuevos emprendedores por el punto neurálgico para los negocios de la nueva economía: el Silicon Valley.

Los jóvenes empresarios recorrieron grandes compañías (Facebook, Twitter, Google, LinkedIn), empresas de nicho y fundaciones, además de los famosos capitalistas de riesgo e inversores “ángeles”. Visitaron el California Tech Retreat, organizado por la Endeavor Foundation, un organismo que se encarga de seleccionar los mejores proyectos en estado embrionario y darles un sello de calidad. En el evento de Endeavor fueron seleccionados los emprendimientos argentinos Smowtion y Social Metrix. Mientras que Smowtion representa comercialmente a miles de bloggers para generar anuncios, Social Metrix es una herramienta para monitorear información y medios sociales on line para saber de qué están hablando en las redes sociales. “Es un certificado de calidad para nosotros”, le decía Andrés Alterini de Smowtion a este diario.

En Traweln apareció durante el asado Chamath Palihapitiya, vicepresidente de crecimiento de usuarios, móvil e internacional de Facebook. Palihapitiya –en gran medida responsable del crecimiento viral de Facebook– pidió encarecidamente que nadie “tweeteara” lo que estaba por decir, aunque algunos de los invitados no sabían si se debía a la importancia de la conferencia sobre el cambio del poder gracias a las nuevas plataformas de Internet, o a que Palihapitiya suele repetir su discurso. Allí miraban atentos representantes de emprendedores argentinos como Gelbee, Weegoh, Eventioz, Intertironline, Larala, Creation flow o Virtual Sands, de cuyo repaso de nombres sajones puede deducirse que el objetivo de las empresas locales que apuestan por la nueva economía buscan una presencia que les permita ser internacionales.

Sobre el final, Palermo Valley organizó las jornadas “Tango en el Silicon Valley”, donde los argentinos bailaron entre capitalistas de riesgo e inversores ángeles, comprendiendo que lo que buscan los capitales es explotar el semillero para triplicar ganancias en pocos meses. “El viaje sirvió para darnos cuenta de las oportunidades, de qué manera distinta se hacen las cosas en Estados Unidos. Se toman las decisiones más rápido, hay menos reuniones para avanzar, hay más interesados en empresas novedosas. Nos sirvió para entender que las empresas no tienen que estar facturando para encontrar capitales de riesgo”, cerró la coordinadora Vanesa Kolodziej.