Internet es un problema demasiado grande para los gobiernos totalitarios. De allí que el gobierno de Mahmud Ahmadinejad está creando una Internet “propia” desconectada del resto del mundo. Se supone que la red aislará a los iraníes de la red mundial y facilitará controlar la circulación de información. Se espera que sólo el gobierno, las instituciones religiosas, los medios afines y algunas multinacionales seguirán vinculados al resto del contenido mundial. La penetración de la red en Irán ha ido creciendo en los últimos años, sobre todo desde que Twitter fuera la primera demostración del poder de la distribución de información en las manifestaciones ocurridas en 2009.