Se vendieron unos 4 millones de iPhone 4S, la última versión del teléfono inteligente, durante el primer fin de semana que estuvo a la venta. Fue, seguramente, la mejor forma de rendirle tributo a Steve Jobs, el recientemente fallecido creador de las Mac que esta semana tuvo un sentido homenaje en Stanford, y su clásica polera negra se agotó en las principales tiendas del mundo. Entre las principales innovaciones del iPhone 4S está la aplicación inteligente Siri, un asistente virtual que usa reconocimiento de voz para conversar con los poseedores del teléfono. A pesar de que la comunidad internacional esperaba el lanzamiento del iPhone 5, la horda fanática de usuarios de Apple parecen estar dispuestos a subsumirse nuevamente en el mundo creado por Jobs.