Para limpiar la cuenca Riachuelo-Matanza se necesitan fondos, que han “desaparecido” en su totalidad. Pero ahora se pueden recuperar con un decreto presidencial o una ley del Congreso (pero esto último tarda mucho y da tiempo a jugadas judiciales) donde se confisquen todos los bienes: campos, departamentos, rodados, cuentas bancarias, etc. que tenga María Julia Alsogaray, en el país y eventualmente en el exterior, y al venderlos con total transparencia obtener el dinero para comenzar el saneo de la cuenca, dando a publicidad cada paso de dicha gestión públicamente. Además evacuar todas las industrias que desagotan desechos químicos, equivalentes a veneno, y con los desagües cloacales usar tecnologías de última generación. Todo financiado con el dinero de la ex funcionaria, que no cumplió con la función que le encomendaron. Espero que el presente les sirva a las organizaciones que luchan por la limpieza del río de la muerte.