CULTURA › JUAN GOYTISOLO RECIBIO EL PREMIO JUAN RULFO
Una mirada de la periferia
El escritor español, autor de Señas de identidad, accedió a una de las máximas distinciones literarias de Hispanoamérica.
Por Alberto Cabezas
Desde Guadalajara
El escritor español Juan Goytisolo recibió ayer uno de los premios literarios más importantes de Latinoamérica, el Juan Rulfo, por la “amplitud” y la “coherencia” de su obra. El autor de libros como Señas de identidad (1966) y Juan sin Tierra (1975), entre muchos otros, se suma a la selecta lista de escritores que accedieron a esta distinción: el argentino Juan Gelman, los brasileños Rubem Fonseca y Nélida Piñón, el guatemalteco Augusto Monterroso y el español Juan Marsé, entre otros. “Al margen de modas literarias, no se desvía nunca de la trayectoria que inició Reivindicación del Conde Don Julián, a partir de la cual se insertó en la corriente de la heterodoxia española”, señaló el acta del jurado leído por el francés Edmond Cross.
Inmediatamente después de la lectura del fallo, Goytisolo admitió sentirse sorprendido por el premio: “Ha sido una sorpresa muy, muy agradable, un honor, además un premio que lleve el nombre de Juan Rulfo honra a todo el mundo”, declaró. El escritor nacido en Barcelona en 1931 destacó de Rulfo que fue “un creador auténticamente genial”, al que conoció en una exposición de fotografías en París, donde vivió largas temporadas de su vida, y destacó particularmente la atención y reconocimiento que ha recibido su obra en México. “Quiero decir sin ninguna agresividad que todos los premios que he recibido en mi vida han sido siempre fuera de España, dos de ellos, los dos mejores premios de México, que llevan los nombres de Octavio Paz y de Juan Rulfo”, agregó el escritor. Goytisolo se hizo acreedor a un premio de 100.000 dólares, que dedicará, entre otros propósitos, a contribuir a la educación de tres niños marroquíes hijos de empleados de su casa. “He adoptado tres niños y tengo una verdadera tribu, no tengo familia sino tribu y me hace muy feliz poder seguir educando a estos tres niños.” El escritor reside buena parte del año en Marruecos.
Goytisolo cursó el bachillerato con los jesuitas y se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona, sin continuar con los estudios diplomáticos tal como hubiese querido. En 1954, su novela Juegos de manos fue finalista del Premio Nadal, y al año siguiente, Duelo en el Paraíso, obtuvo el Premio Indice. En 1956 se exilió de España, estableciéndose en París, donde trabajó como asesor literario de Ediciones Gallimard. En 1969 se trasladó a Estados Unidos en calidad de profesor visitante en la Universidad de California. Trabajó también como profesor en las universidades de Boston y Nueva York.
El escritor es un estudioso de la cultura árabe y se ha destacado siempre por su defensa del tercer mundo y de los derechos humanos. En este sentido, siguió muy de cerca los conflictos de Bosnia y Chechenia, y es también conocido por su activismo a favor de la autodeterminación del pueblo palestino. En su vasta obra, en la que trata de equilibrar la experiencia formal de tipo vanguardista con el rigor lingüístico, muestra una constante devoción por la herencia de la rica tradición de los intelectuales heterodoxos españoles, hasta el punto de convertirse él mismo en uno de ellos. Forma parte del Parlamento Internacional de Escritores y es presidente del jurado de la Unesco que selecciona las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. “Es una relación muy saludable ver tu propia cultura a la luz de otra cultura, y tu propia lengua a la luz de otras lenguas. Y la mirada de la periferia al centro es siempre más interesante que la mirada del centro a la periferia”, expresó.