CULTURA › OPINION
El material de la vejez
Por Horacio Salas *
La literatura es una manera de exorcizar la muerte. Los escritores que se inician suelen hablar de la muerte más como recurso literario, retórico, y es frecuente que ella les sirva como una forma de rematar un cuento, o una novela primeriza. Por eso accidentes, suicidios, asesinatos menudean en los envíos a concursos. En el papel, la muerte es una fácil solución para los que se inician.
Pero cuando los escritores maduran y comienzan a envejecer, advierten que el final biológico propio ya se entrevé como una realidad posible, llega el tiempo de las memorias, las autobiografías, los poemas de balance vital y del rescate de los recuerdos que tienden a perderse en las neblinas del olvido.
Y la vejez –con su carga de experiencia, limitaciones, temores y deterioro– se transforma en tema: es la disfrazada traducción de un dolor físico, de una restricción, de algunas lentitudes que acostumbran circundar a los viejos.
Los que son escritores, que por lo general y aunque utilicen máscaras siempre se refieren a su alrededor, dejan que las circunstancias de su nuevo estado o de su temerosa proyección hacia el futuro indaguen sobre la vejez que comienza a agobiarlos. García Márquez ya lo había hecho con anterioridad, en El otoño del patriarca y en El amor en los tiempos del cólera.
Es seguro que vivir su propia vejez le habrá brindado nuevos materiales. Espero a leer el libro, pero mis expectativas son muy grandes, y con motivo, claro.
*Poeta