CULTURA
Problemas con el reloj
Cinco días pasaron entre el comienzo de la invasión y la victoria cubana. Belgrano Rawson reconstruye en la novela la historia y el papel que jugaron los pilotos de uno y otro bando, y cuenta, incluso, cómo a un norteamericano le dieron la extremaunción mientras se iba a pique envuelto en llamas. Uno de los hechos más insólitos fue la descoordinación de los invasores en un ataque aéreo. “Como los Invaders, unos bombarderos livianos, eran vulnerables ante los orishas (pilotos cubanos), aunque fueran a chorro y anticuados, pidieron cobertura aérea a los reactores del portaaviones ‘Essex’. Pero llegaron una hora antes y se volvieron. Una hora después llegaron los Invaders, que quedaron desguarnecidos. Se confundieron con el huso horario: Happy Valley (la base nicaragüense desde la que partieron) tenía uno, y en Playa Girón había otro. A las seis de la mañana, sí, ¿pero de dónde?”