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La Selección Argentina de Vóleibol no se entrega. El Mundial va tocando a su fin, y el conjunto nacional busca definitivamente mezclarse entre las grandes potencias de este deporte. Una vez roto el sueño de meterse entre los cuatro mejores, y quizá de luchar por un lugar en la final, el objetivo pasó a ser la conquista del quinto puesto y para eso venció anoche a Grecia, con el marcador más favorable de todo el campeonato. El equipo deberá verle la cara nuevamente a los italianos, mañana, para terminar de consolidar esa nueva meta.
La mayor incógnita en el equipo argentino pasaba por saber como sería el ánimo de los jugadores, luego de la derrota sufrida el miércoles ante Francia. Por lo que se vio en los primeros instantes del partido, la Argentina mostró una gran concentración para cumplir el nuevo objetivo trazado: alcanzar el quinto puesto.
A pesar de la mínima diferencia (25-23) y otra vez con la figura de Milinkovic como el atacante principal, la Argentina no tuvo mayores inconvenientes para ganar el primer set.
La paridad fue el punto principal del segundo parcial. el equipo local llegó al segundo tiempo técnico con una ventaja de dos puntos (16-14) con las apariciones de Spajic por el centro del ataque como vía para fundamental. El que también aportó por ese camino fue Porporatto, quien había ingresado por Conte en los primeros minutos del parcial.
De todas maneras, Grecia no se desordenó y basó su juego en los ataques de Gkiourdas, y así la incertidumbre se mantuvo hasta el final. Con el marcador igualado en 23, los griegos erraron el saque y luego Elgueta definió certero un contraataque para poner el partido 2-0.
Argentina trató de imponer más presencia en el tercer set y allí llegó al primer descanso con un 8-6 a favor. En ese instante, el entrenador Getzelevich decidió el ingreso de Giani por Patti, quien había ingresado por Bidegain. Esa variante le dio al equipo mayor efectividad en la recepción, pero Giani también colaboró en el ataque Grecia no tenía continuidad en el saque, no recuperaba ka pelota en defensa y tampoco definía en ofensiva. En ese marco y con Milinkovic como bandera, la Argentina fue sacando lentamente diferencias hasta llegar al 16-12 del segundo tiempo técnico.
En ese momento, el público volvió a hacerse sentir con su constante aliento, rememorando las jornadas de los encuentros anteriores. El final se fue acercando entre las faltas griegas y un Luna Park desbordante y entusiasta. Así, el 25-20 final llegó sin problemas.
Con los 20 puntos marcados, Milinkovic se consagró como el máximo anotador del torneo, pese a que faltan cuatro partidos por jugarse.
“Por suerte, el equipo demostró que está más vivo que nunca”, se entusiasmó el capitán. La ronda argentina volvió a formarse en el centro de la cancha y ahora la historia busca cerrar su último capítulo con una nueva sonrisa. Apenas con una sola derrota, falta apenas el último paso.