El seleccionado juvenil Sub 20 tuvo que sufrir demasiado para conseguir la clasificación al hexagonal final en el Sudamericano de Venezuela. Empató 2-2 frente a Ecuador, en un encuentro en el que mostró muchas de sus falencias y no volcó en la cancha su mejor funcionamiento. Por eso, para lo que queda del torneo deberá mejorar en varios aspectos si es que desea conseguir uno de los cuatro pasajes al Mundial de Egipto.

De arranque, Argentina salió a buscar la victoria. No especuló pese a que con el empate le alcanzaba para pasar a la fase final. Con una postura ambiciosa y buena circulación de pelota, inclinó el juego hacia el campo rival, pero estuvo escaso de ideas a la hora de crear situaciones. Recién a los 25 minutos pudo quebrar esa tendencia, cuando Cristaldo desperdició una buena chance de gol por arriba del travesaño.

Pero ese gol que le había sido esquivo siete minutos antes, Argentina lo conseguiría de la mano de Gaitán. El juvenil surgido de las divisiones inferiores de Estudiantes armó una gran jugada de principio a fin, que culminó con un sutil toque de derecha a la red para poner el 1-0. No obstante, la alegría les duraría poco. Porque tras un centro desde la derecha y una gran desatención del fondo argentino, Pinto puso de cabeza la igualdad.

A partir de ahí, el desarrollo dio un vuelco. Argentina mostró una de sus peores caras en lo que va del torneo, ya que no tuvo la pelota y esperó demasiado a Ecuador. Durmió una gran siesta de 32 minutos que la pagó con un cabezazo letal de Anangonó, que hasta ese momento dejaba afuera a los dirigidos por Batista. Pero el seleccionado supo reaccionar con gran velocidad y gracias a una estupenda perlita de Bella volvió a meterse en el torneo. Sin embargo, la actitud mostrada hasta el minuto final, aguantando el partido, y la tapada de Rodríguez sobre la agonía del encuentro dejan un sabor amargo, que hacen pensar que Argentina debe dar mucho más.