El delantero Diego Lagos, que debió ser reemplazado por un traumatismo en la espalda sufrido durante el clásico con Banfield, constituye la gran preocupación del entrenador de Lanús, Luis Zubeldía, con la mira puesta en el encuentro del sábado próximo ante San Lorenzo, donde el único líder buscará seguir en la cima del torneo Clausura. Lagos fue reemplazado antes de los 40 minutos del primer tiempo por Damián Ledesma, que sería el que ocuparía su lugar si el delantero no se recupera a tiempo. El atacante recibió un fuerte golpe en la espalda (una “paralítica”) que le impidió seguir jugando el clásico, aunque el futbolista no había llegado a ese partido en buenas condiciones físicas.

De esa manera, Zubeldía comenzó a imaginar un equipo sin Lagos desde el entrenamiento de ayer, cuando el plantel volvió al trabajo luego de un día de descanso. Para ello ya evaluó, como había hecho la semana anterior, la chance de ubicar a Eduardo Salvio de punta junto a José Sand, mientras que Ledesma ocuparía el lugar de Lagos en la mitad de la cancha. Lanús presentaría a Bossio; Graieb, Viera, Faccioli, Velázquez; Ledesma, González, Fritzler, Blanco; Salvio, Sand.

“Ganar el clásico nos genera un impulso anímico mayor, pero nada está dicho y quedan por delante cuatro partidos que serán igual de difíciles, y tendremos que resolver si pretendemos conseguir nuestro segundo campeonato”, analizó Zubeldía. A su vez, el joven conductor ya no cuenta con Ramón Cabrero como supervisor (se incorporó el fin de semana pasado a Atlético Nacional de Medellín), y ese cargo “no será ocupado por nadie”, según anticipó el vicepresidente del club, Nicolás Russo. Entonces, la tarea de Zubeldía resulta ahora más intensa aún, porque no tiene relevos para su habitual rastrillaje por las divisiones inferiores. El que tratará de hacer el trabajo de Cabrero es Maximiliano Cuberas, actual ayudante de Zubeldía en el conjunto mayor.