El debut del seleccionado argentino masculino de vóleibol en el Final Six de la Liga Mundial no fue el esperado. El equipo perdió 3-1 ante Cuba, y ahora sus posibilidades de acceder a las semifinales son escasas. En el encuentro jugado en Belgrado, Serbia, Argentina cayó con parciales de 25-22, 22-25, 26-24 y 26-24, después de una hora y 45 minutos. Gustavo Scholtis, con 17 puntos, fue el máximo anotador argentino, siendo escoltado por Javier Filardi (12), Lucas Ocampo (12) y Gabriel Arroyo (11). Por su parte, el cubano Wilfredo León (ver aparte) fue el líder en puntuación del partido, al conseguir 24 unidades. La Selección volverá a jugar mañana, cuando se enfrente a Brasil a partir de las 12.30.

El conductor del plantel argentino, Javier Weber, pese a estar contrariado por la derrota, felicitó al rival y dijo que habían pagado “el precio de la inexperiencia”. “El partido fue un poco raro al principio, con muchos errores no forzados por parte de ambos equipos, pero después se convirtió en un gran encuentro, parejo y equilibrado, en el que perdimos porque pagamos el precio de la inexperiencia”, explicó Weber.

En cuanto a los factores de la derrota, Weber apuntó a los finales del tercer y cuarto set, “cuando a partir del punto 16 y con alguna ventaja no supimos mantener la calma y la concentración”. Pese a todo, Weber apuntó a que han demostrado “que Argentina está a la misma altura que el resto y que se le puede ganar a cualquiera”.

Con excepción del primer set, en el cual el seleccionado argentino se mostró errático, inseguro y lento para encontrar el ritmo de juego, el partido resultó abierto y pudo haber quedado a favor de los argentinos. Sin embargo, Argentina falló en los momentos decisivos de aquellos tercer y cuarto parciales, cuando no supo conservar la diferencia.

El líbero del seleccionado, Pablo Meana, reconoció “falta de convicción” para ganarle a Cuba. “Entramos algo dubitativos y nos quedamos calientes porque teníamos una chance clara para llevarnos el partido. Faltó esa convicción de saber que estaba para ganarlo”, lamentó el jugador. De todas formas, Meana valoró que Argentina haya jugado “de igual a igual ante un gran equipo como Cuba” y rescató que “lo positivo fue que el equipo no se haya entregado nunca”. “En la sumatoria de puntos terminamos 99-95 abajo, eso refleja la paridad del partido. Los dos equipos entraron nerviosos a la cancha, cometieron muchos errores no forzados, pero la virtud de ellos fue haber corregido algunas cosas a tiempo”, indicó.

A su vez, el central Gabriel Arroyo destacó “una sensación de tristeza”, después de la derrota. “Teníamos un partido bastante accesible por cómo se había planteado, estaba para ganarlo, pero no supimos aprovechar la diferencia que tomamos en el tercer o cuarto set. Equipos como Cuba te pasan por arriba si no se aprovechan las posibilidades presentadas durante el partido. Igualmente, por momentos, hicimos buen juego”, señaló Arroyo.