Boca perdió a un referente. Aunque el entrenador Alfio Basile pidió su continuidad, Hugo Ibarra no seguirá en el club, luego de que les comunicara a los dirigentes que no aceptaba el ofrecimiento que le habían formulado para renovar el vínculo que se venció el 30 de junio. Ahora, el futuro del lateral estaría ligado a Colón, club en el que se inició en el fútbol profesional. También tiene una oferta de Estudiantes, con el plus que significa jugar el Mundial de Clubes a fin de año y algunas alternativas desde el exterior.

Estaba claro que la continuidad de Ibarra no iba a ser sencilla. Desde que la dirigencia de Boca optó por reducir el tope de los montos de los contratos de los jugadores, el futuro del formoseño en el club se complicó. Según trascendió, el ofrecimiento de Boca se estiró a 350 mil dólares por una temporada, cifra que no conformó al jugador. El anterior contrato de Ibarra llegaba a los 800 mil dólares, razón por la que el defensor no aceptó una reducción de más del 50 por ciento de su remuneración.

La ida de Ibarra empezó a concretarse la semana pasada, cuando el lateral decidió no comenzar a entrenarse con el plantel que ahora dirige Basile y tampoco respondió a los diferentes ofrecimientos que le hicieron desde el club. Por eso, algunos dirigentes expresaron por lo bajo su molestia por la actitud del jugador, que recién ayer comunicó que no lo seduce la propuesta que le formularon.

De esta manera, ni las palabras del técnico Basile ni de su amigo Juan Román Riquelme pudieron torcer el rumbo y lograr que Ibarra permaneciera en el club. Por eso, el DT tendrá que conformarse con un plan B para el puesto de marcador de punta derecho. La primera alternativa es Facundo Roncaglia, un jugador que el DT elogió desde que arribó. La segunda posibilidad es el chileno Gary Medel, flamante refuerzo llegado desde la Universidad Católica, que se puede desempeñar en cualquier lugar de la defensa o como volante de contención. Y como tercera chance aparece el uruguayo Adrián Gunino, un lateral de 20 años que proviene de Danubio, que significa una apuesta de la dirigencia y que esta tarde será sometido a la revisión médica para que pueda firmar su contrato, a préstamo por un año.

Con la salida de Ibarra, Boca pierde a uno de los jugadores históricos de la última década. Tras destacarse en Colón, el lateral llegó a Buenos Aires en 1998, justo cuando a Boca también arribó Carlos Bianchi. En esa primera etapa fue una pieza clave para la obtención del bicampeonato local, las dos primeras Libertadores del ciclo Bianchi y la Intercontinental ante Real Madrid. Transferido al Porto, pero sin lugar en el equipo, el formoseño volvió a Boca para obtener la Libertadores 2003. Tras ese logro regresó a Europa para actuar en el Mónaco y luego en el Espanyol, hasta que en 2005 retornó a Boca, donde siguió cosechando títulos, ya con Basile como entrenador. Sus últimas dos grandes conquistas fueron la Libertadores 2007 y el Apertura 2008. En total, Ibarra consiguió quince títulos con Boca, seis a nivel local y nueve en el plano internacional.