Allá fútbol, acá problemas. River afronta el último partido de su gira por Canadá sin Ariel Ortega ni Marcelo Gallardo, sobrecargados físicamente tras la fuerte tarea física desarrollada en estas dos semanas y con el joven Gonzalo Marinelli en el arco, mientras a Buenos Aires llegan los reclamos de refuerzos que manda Néstor Gorosito desde el Hemisferio Norte sin que los dirigentes consigan vender a algún jugador del actual plantel para disponer de caja y poder cumplir con los deseos del entrenador. Para colmo, ayer circuló la versión de que Tigre pediría la quiebra del club de Núñez por el pase impago de Martín Galmarini.

Ortega padece una contractura y Gallardo acusó el esfuerzo de la pretemporada, de manera que el deseo de Gorosito de ponerlos junto a Diego Buonanotte en la formación titular de esta noche, con Cristian Fabbiani como atacante neto, no podrá cumplirse.

En cambio, el entrenador podrá evaluar a Gonzalo Marinelli en el arco, después de haber utilizado a Leandro Chichizola, de buena actuación en el primer amistoso ante el Toronto FC, y a Daniel Vega ante Everton, de manera de terminar de definir la necesidad de la contratación del ex arquero de Argentinos Nicolás Navarro.

“Ya probamos a Chichizola y ahora queremos hacerlo con Marinelli. Son el futuro del club, pero no es lo ideal tener la carga de ser el arquero de River en un semestre tan difícil”, explicó Gorosito en Canadá.

El equipo para jugar esta noche desde las 22.30 contra el Montreal Impact sería el siguiente: Marinelli; Ferrari, Cabral, Coronel, Orban; Barrado, Abelairas, A. Fernández, Buonanotte; M. Díaz, Fabbiani. El Montreal Impact sólo tiene 17 años de historia futbolística, pero es el campeón de la Liga, y cuenta con el mediocampista argentino Leonardo Di Lorenzo (ex San Lorenzo y Argentinos) en el plantel.

Gorosito pretende una nueva columna vertebral para el equipo: les pidió a los dirigentes que, más allá del arquero, contrataran a un zaguero central, un volante central y un goleador, que podría ser Andrés Silvera (también codiciado por Independiente y Vélez). Pero aunque los dirigentes tienen a Ahumada y a Buonanotte en la vidriera, y cualquier jugador es transferible, no hay ofertas por ninguno de los futbolistas del plantel, lo que traba el mecanismo de refuerzo. Con ese panorama no resuelto, River cierra su gira y se vuelve a Buenos Aires.