A pesar de las versiones que indicaban que Néstor Gorosito se despediría ayer de la dirección técnica de River, el conductor estuvo al frente de la práctica del plantel y mantiene la postura de finalizar su contrato hasta diciembre próximo. El entrenador mantuvo una charla con los jugadores por la mañana y se lo vio entero, y luego se reunió con el presidente del club, José María Aguilar, en el estadio. De esa manera, el día transcurrió con tranquilidad en relación a la continuidad, y por ahora no se vislumbran modificaciones drásticas. El punto principal radica en que las elecciones presidenciales se realizarán dentro de tres meses, y contratar a un nuevo técnico sería condicionar a los nuevos directivos.

Gorosito llegó a las 8.45 al predio de Ezeiza, y 15 minutos después lo hizo el dirigente del Consejo de Fútbol, Rodolfo Cuiña, con quien mantuvo un minuto de diálogo antes de la habitual charla con sus futbolistas. Ese encuentro con los protagonistas fue de tono bajo, teniendo en cuenta la crisis de identidad que padece el equipo. El cuerpo técnico agrupó a los jugadores en la mitad de la cancha, y Gorosito habló tres minutos para luego darles la palabra a su ayudante, Jorge Borelli, y al preparador físico Agustín Buscaglia.

La charla fue meramente táctica y de aliento para los jugadores, tratando el entrenador de mostrarse fuerte después del respaldo que expresaron el lunes pasado los referentes del plantel Ariel Ortega, Marcelo Gallardo y Matías Almeyda.

“No es el momento de cambiar de entrenador porque la culpa no es de (Néstor) Gorosito, es época de elecciones. Además si viniera otro técnico seguiríamos teniendo los mismos jugadores, sin delanteros. Los que salen a la cancha son los jugadores”, apuntó Almeyda en las últimas horas.

Luego de la práctica, alrededor de las 13, se concretó el esperado encuentro entre Gorosito y Aguilar en el estadio Monumental. Durante la charla, que se prolongó durante poco más de dos horas, hablaron de fútbol, hubo arenga y renovación de respaldo para afrontar el último tramo de ambos en la entidad de Núñez. Esto no descarta que el próximo domingo, frente a Gimnasia, pueda haber un nuevo golpe de timón si los de Núñez sufren otra derrota y el hostigamiento de los hinchas es peor que ante Arsenal.

En Sarandí se dio la primera muestra de descontento de los simpatizantes de River para con el entrenador, cuando un tiempo atrás responsabilizaban solamente a los jugadores, quienes fueron “acusados” a través de banderas de querer que Gorosito se vaya. La idea de los dirigentes es estirar la situación para no forzar una mesa de diálogo con los candidatos a presidente, quienes en su mayoría no están dispuestos a consensuar la llegada de otro entrenador.

Gorosito enfrentará los micrófonos hoy, cuando el plantel vuelva a los entrenamientos por la mañana en el predio de Ezeiza, en una conferencia de prensa en que –se especula– se mostrará entero y con el pecho “inflado” ante el respaldo de las partes. La realidad de River sigue envuelta por la incertidumbre, en medio de un clima demasiado pesado.