DEPORTES › SIN CAMBIOS, EL DAKAR ENTRA EN ZONA DE DEFINICIONES

Se vienen como locos

Se acercan a Buenos Aires. Son menos, pero están más cerca. De los 361 competidores que partieron del Obelisco, sólo 211 (el 58 por ciento) lo hicieron ayer desde Copiapó, rumbo a La Serena, punto final de la novena etapa de este Dakar 2010. Hasta anoche, sólo 200 habían ingresado al campamento. La caravana avanza herida, pensando en volver. La esperan el cruce de la cordillera y las temibles dunas del Nihuil, en Mendoza. El terreno de largada ayer fue tan ancho que las motos partieron en simultáneo (foto), pero hubo que esperar cuatro horas a que se disipara la niebla. Cyril Despres (moto), Carlos Sainz (autos), Marcos Patronelli (cuatriciclos) y Vladimir Chagin (camiones) continúan liderando.

Hay menos kilómetros por recorrer y más buenas noticias por escuchar. Por ejemplo, que el motociclista Luca Manca evoluciona “favorablemente” del tremendo accidente que sufriera el jueves pasado en la sexta etapa. “La evolución al cuarto día es considerada satisfactoria por el equipo médico”, dijo el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital en el que Manca está internado en Santiago, Chile.

Según el comunicado, la tomografía “muestra una evolución esperable de las lesiones, lo que permite disminuir la sedación”. Internado con un edema cerebral y diversas contusiones, Manca fue mantenido en coma inducido. “Aún se encuentra conectado a un ventilador mecánico y debe mantenerse el manejo neurointensivo por varios días más”, señalaron los médicos. Marc Coma le dedicó su victoria en la etapa de ayer. El Dakar llega hoy a Santiago: podrá ir a visitarlo.

Uno que volvió a Buenos Aires pero no en las condiciones en que pretendía fue el accidentado piloto de cuatriciclos Hubert Deltrieu, que hasta el domingo estuvo internado en Córdoba. El francés, de 37 años, ganador de la segunda etapa, volcó espectacularmente en Fiambalá, sufriendo politraumatismos severos en la columna y presentando fractura de la sexta y séptima vértebra dorsal, con daño pulmonar.

Una que llegó sana y salva tras su odisea del domingo fue la “princesa del Dakar”, como ella misma se denomina. La sueca Annie Seel es la mejor motociclista clasificada, en el puesto 51º. Peor lo que le sucedió antes de llegar a Copiapó. “Viajaba a un ritmo bastante suave, con baja visibilidad debido a la gran polvareda. De pronto, al cambiar de rumbo, me encontré con un socavón, no había forma de evitarlo. Me tiré al suelo para no caer dentro, pero mi moto Super Rocket acabó estampada en el fondo del agujero”, que según la sueca tenía una profundidad de unos 6 metros. “Una verdadera tumba, perfectamente cavada.” Allí la encontró el motociclista argentino Eduardo Alan, y al rato llegó el helicóptero del director del Dakar, Etienne Lavigne. “Fue él quien bajó para atar la moto. Se puso mi casco para protegerse de las piedras y la sacó con la ayuda de un guinche.”

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Imagen: EFE
 
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