[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El año pasado, el chileno Eliseo Salazar se inscribió en el Dakar con el objetivo de ganar centimetraje como el único piloto que había corrido las cuatro pruebas más importantes del automovilismo mundial: el célebre rally-raid, el GP de Mónaco de Fórmula 1, las 500 Millas de Indianápolis y las 24 Horas de Le Mans. Después de varias peripecias en 2009 y de clasificarse 88º, Salazar no reunió el presupuesto para competir este año y se trenzó en una polémica con Carlo De Gavardo, la cara chilena de la organización del Dakar, que recibió un subsidio de más de un millón de dólares del gobierno de Michelle Bachelet para competir en esta edición 2010.

Lejos de esa polémica, pero cerca del Dakar, anda por allí un personaje que, como Salazar, corrió en Mónaco, en Le Mans y en el Dakar –aunque no en Indianápolis– pero con resultados muy superiores.

El belga Jacky Ickx fue piloto de Ferrari en Fórmula 1 (y fue segundo en el GP de Mónaco de 1972, además de ganar seis Grands Prix de F-1) de Porsche en Le Mans (donde ganó ¡en seis ocasiones!) y de Mercedes en el Dakar, cuya edición de 1983 se llevó, navegado por el actor francés Claude Brasseur. En Porsche fue compañero de Hans Stuck, que hoy es director deportivo de Volkswagen y quien lo invitó a ser embajador de la marca. Ickx está en Chile para animar y seguir de cerca al equipo que conduce Kris Nissen. “Para mí volver al Dakar es siempre una fuente de alegría y de buenos recuerdos”, asegura el belga (en la foto con Giniel De Villiers, último ganador del Dakar). Recuerdos que se remontan tiempos atrás, cuando el rally se disputaba en tierras africanas. Pese a ello, esta segunda edición de la carrera al otro lado del Atlántico también despierta su entusiasmo. “Ya por 1984, Thierry Sabine hablaba sobre la posibilidad de organizar un Dakar en Sudamérica. Poca gente lo recuerda pero la idea ya existía. Esta edición es fiel a la tradición y a la historia del Dakar.” De ahí a tentar al ex campeón a saltar de nuevo al volante hay mucho.

“Hay que ser realista: no puedo pretender ser competitivo en el Dakar a los 65 años. He participado en el rally un total de 15 veces –¡en 2000 corrí con mi hija Vanina!– y soy un auténtico afortunado por ello. Pero el futuro está ahora en manos de los jóvenes, que están llenos de ilusiones y deseosos de pilotar hasta el final.” Evidentemente, Ickx sigue de cerca la competencia en la categoría de coches y la dura batalla que se libra en el seno del equipo Volkswagen, donde ahora Carlos Sainz le lleva apenas 8 minutos y 36 segundos de ventaja al príncipe qatarí Nasser Al Attiyah, cuando quedan cinco etapas y todo puede suceder. Ocupar el puesto del jefe de la escudería VW no debe de resultar nada fácil: “¿Cómo proteger los intereses de la marca y gestionar a un grupo de pilotos altamente individualistas, ansiosos, todos ellos, de alzarse con la victoria...?” se pregunta Ickx. Ni él, que corrió para Enzo Ferrari o Frank Williams, tiene la respuesta.