El superclásico entró ya en la cuenta regresiva y, a pesar de la tormenta, Boca ya tiene el equipo titular que recibirá a River en la Bombonera. El ahora cuestionado entrenador Abel Alves volvió a parar ayer a los mismos once que había parado en la práctica del miércoles y, de no mediar inconvenientes, ese será el equipo con el que pretende frenar la caída libre, o mejor dicho salvarse. Están, desde ya, Juan Román Riquelme y Martín Palermo, también volverá Hugo Ibarra, quien había sido desplazado por el DT junto a Roberto Abbondanzieri. La apuesta es a la experiencia, pero también aparece una jugada de riesgo: Jesús Méndez jugará como cinco, la posición donde se siente más cómodo, y, la más rara de todas, el ex Tigre Matías Giménez, quien había tenido un flojo debut en el verano y no había vuelto a tener chances entre los titulares, jugará por izquierda.

A puertas cerradas, sin la mirada de curiosos y periodistas, como queriendo cubrir el partido con un manto de misterio, Alves volvió a parar el equipo con el que imagina una victoria sobre River que le permita recuperar algo del terreno regalado en estos meses que lleva al frente del plantel profesional tras la intempestiva renuncia de Alfio Basile. Lejos de sus deseos, pero obligado por los hechos y por la presión de los dirigentes, debió recurrir a los históricos para sacar al equipo del pozo. Ganar el superclásico es lo único que le queda a Boca por delante para al menos salvar las papas del fuego y también será un partido muy especial para Palermo, quien tendrá la oportunidad de convertirse, en caso de anotar algún gol, en el máximo goleador histórico de la historia del club y superar la marca de 218 goles de Roberto Cherro, el goleador de la década del 30, a quien alcanzó con su gol ante Vélez por la séptima fecha del Clausura. “Son varias cosas que queremos conseguir. En primer lugar, una victoria para salir de este momento difícil del equipo y, en mi caso, no sólo eso, sino también el record”, manifestó el delantero, quien ya lleva seis tantos en lo que va del certamen y ayer metió un golazo en la práctica frente a la reserva.

También aportará su experiencia el brasileño Luiz Alberto, quien pese a haber cometido varios errores desde su llegada al equipo, y principalmente en el último partido frente a Tigre, en el que Boca recibió tres goles, fue ratificado por el entrenador. “El domingo no jugué bien, jugué mal. Hace tiempo que no juego un partido así. No tuve un buen día, creo que le pasa a cualquiera en cualquier trabajo. Cometimos errores, somos seres humanos. Hay fallas y tenemos que analizar eso. He estado en un mal día, el domingo va a ser diferente”, señaló el ex jugador de Fluminense, quien consultado sobre las declaraciones del entrenador de River, Leonardo Astrada –“Me gustaría dejarlos últimos”, dijo–, el brasileño contestó: “En el superclásico no hay un equipo que va a ganar. Hay que jugarlo primero”.

River sigue ultimando los detalles para visitar a Boca el domingo próximo, en busca de su segundo éxito consecutivo en el torneo. Para ello, el entrenador Leonardo Astrada dispuso ayer una práctica de fútbol en la que paró al equipo que enfrentará a su máximo rival, con el retorno de Matías Almeyda. La incógnita en defensa habría sido disipada durante un trabajo a puertas cerradas, donde el técnico le ratificó la confianza a Nicolás Sánchez por encima de la recuperación física de Gustavo Cabral, quien superó una inflamación en los ligamentos de la rodilla derecha.

Almeyda dejó atrás una contusión en el gemelo izquierdo y cumplirá la función de volante por derecha o de “doble cinco” –según lo requiera el partido– en la mitad de la cancha con Oscar Ahumada, quien el miércoles último no pudo completar la práctica por un golpe en su tobillo derecho, pero está en condiciones de jugar el domingo. Esta opción hará que el paraguayo Rodrigo Rojas se traslade al sector izquierdo del mediocampo, con la idea de juntarse con Marcelo Gallardo para generar juego en ataque. De esa manera, la única modificación con respecto al equipo que venció a Huracán sería el retorno de Almeyda en reemplazo del juvenil Roberto Pereyra.

Si bien Astrada confirmará hoy la formación titular, los protagonistas para el superclásico serían Daniel Vega; Paulo Ferrari, Alexis Ferrero, Sánchez, Juan Manuel Díaz; Almeyda, Ahumada, Rojas; Gallardo; Rogelio Funes Mori y Gustavo Canales. Este equipo se impuso 4-1 a los suplentes en el ensayo de ayer, con tres goles de Funes Mori y el restante de Canales, mientras que Mauro Rosales anotó el tanto del conjunto alternativo. Para este equipo también jugó Ariel Ortega, a quien Astrada no viene teniendo en cuenta desde hace varios encuentros. Para los suplentes actuaron Navarro; Barrado, Esteban Espíndola, Coronel, Orban; Mauro Díaz, Nicolás Castro, Abelairas; Ortega; Rosales y Daniel Villalva.

Uno de los futbolistas que habló ayer fue el defensor Ferrari, quien aseguró que “sería lindo volver a convertir un gol y que sea contra Boca”. “Sería lindo volver a convertir en el campeonato y más porque será en el clásico. Pero si no se da, lo importante es tratar de aportar lo mío para que el equipo gane”, explicó Ferrari, quien lleva dos festejos en el torneo, ambos en la segunda fecha ante Chacarita. Y agregó: “El otro día –contra Huracán– también estuve cerca de convertir, es verdad que me estoy proyectando mucho más que en otros momentos. Más allá de convertir o no, la idea es tratar de hacer lo que vengo haciendo”. Ferrari jugó varios encuentros ante Boca, pero en la previa a un nuevo duelo sus sensaciones se mantienen intactas. “Ningún jugador quiere pasar por el fútbol sin jugar este tipo de encuentros. Cada compromiso contra Boca es distinto, algo muy lindo que uno siempre sueña”, remarcó.