DEPORTES › MILITO Y PUSINERI, DE INDEPENDIENTE A LA SELECCION
Están rojos de satisfacción
Ambos fueron figuras en el campeón del Apertura, y ahora hablan con orgullo de la convocatoria al equipo que conduce Bielsa.
Hace poco más de un mes fueron figuras del campeón Independiente, y ahora los embarga una nueva alegría: son jugadores del seleccionado argentino. Gabriel Milito, elegido como el mejor futbolista argentino del 2002, lo tiene ganado por derecho; Lucas Pusineri se lo conquistó con esfuerzo y un rendimiento destacado. Ambos fueron columnas en el equipo que armó Américo Gallego, que ahora se lamenta no contar con ellos para trabajar en Avellaneda, y ahora se juegan unos boletos en la Selección: Milito, casi con la convicción generalizada de que será titular en el Mundial 2006; Pusineri, simplemente con la satisfacción de haber sido convocado.
“Esta convocatoria la disfruto por todo lo que me tocó vivir con la lesión, porque recuperarme de ella me llevó más tiempo de lo que pensaba -señaló el defensor–. Cuando arrancó el Apertura sólo quería jugar para recuperar mi nivel, y no sólo salí campeón con Independiente sino que también vino la convocatoria”, señaló Milito.
“A mí, la convocatoria me cayó del cielo –apuntó Pusineri–, y fue el broche de oro para un año sensacional, así que voy a matarme para hacer las cosas bien”, rubricó el volante, de 26 años.
Milito y Pusineri forman parte del grupo de 19 jugadores que afrontarán, a las órdenes de Marcelo Bielsa, la gira que la Selección iniciará a fines de mes enfrentándose a Honduras, México y Estados Unidos. “Para mí lo más importante y lindo es estar acá –señala Milito–. La convocatoria la tomé con mucha tranquilidad, a pesar de la alegría que puede sentir. Esta es una etapa nueva del seleccionado, con gente muy joven, que tiene ganas de aprovechar la oportunidad que se nos da”, agregó.
A Pusineri no le importan los comentarios sobre la “verdadera” selección, integrada por los jugadores que actúan en el exterior y por los que Bielsa siente debilidad. “Respeto esas opiniones pero no me interesan –afirma–. A mí se me cumple un sueño y no pienso si hay un equipo primero o segundo nivel. Haber llegado es un orgullo y quiero tratar de aprovecharlo al máximo.” Y para dejarlo bien claro, agrega: “No pienso en las posibilidades de permanecer en el plantel en el futuro, solo en el presente”.
Sin embargo, Pusineri admitió que los jugadores que juegan en Europa gozan de un beneficio: “Tienen un poco más de roce con los jugadores de seleccionados de otros países. Es decir, los delanteros argentinos se enfrentan con los mejores defensores del mundo y eso te da otra experiencia”.
Milito exhibe una alegría adicional: comparte el plantel con su hermano Diego, atacante de Racing: “Realmente es una alegría enorme, no sólo para nosotros sino también por nuestra familia –dijo, pensando también en su padre Jorge, que vivió un desagradable episodio el año pasado–. Es algo inesperado, teniendo en cuenta el nivel y la historia del seleccionado argentino, y que no suele darse seguido”.
Por la tarde, el grupo cumplió con trabajos de acondicionamiento físico. El único que no participó del entrenamiento fue el arquero Sebastián Saja, que se casó el viernes en La Plata, y goza de un permiso... hasta mañana.