DEPORTES › EL SELECCIONADO SUB-20 DERROTO 1 A 0 A BRASIL
El Mercosur es lo de menos
El equipo de HugoTocalli jugó mejor que su rivall, especialmente en el primer tiempo, y ganó con justicia un partido caliente. El gol, convertido a veinte minutos del final, lo puso a un paso de la clasificación.
El seleccionado argentino sub-20 dio un paso fundamental para su clasificación al Mundial Juvenil, pero mucho más que eso, confirmó su madurez como equipo frente al rival más difícil, Brasil. Lo derrotó con justicia 1 a 0 y quedó primero en la ronda final del sudamericano.
Brasil no fue el equipo vistoso de la primera ronda. Tampoco Argentina representó aquella imagen de hibridez que había plasmado en los partidos iniciales. Por el contrario, pareció confirmar de entrada la evolución favorable que había evidenciado su juego a medida que iban pasando los encuentros. Anoche agregó, a ese afianzamiento del andamiaje futbólistico, el fuego sagrado que se impone cuando el rival se llama Brasil. Durante buena parte del partido, borró de la cancha a los mejores jugadores brasileños, aquellos que venían desnivelando con su categoría individual: Jean y Daniel, los peligrosos laterales-volantes del equipo de Valinhos, fueron neutralizados por Carrusca y Zabaleta, respectivamente. Tampoco pesaron, salvo en jugadas aisladas, Felipe Melo y Carlos Alberto.
Argentina, en cambio, profundizó la imagen de solidez y presencia anímica que había esbozado de a ratos (por ejemplo, en el segundo tiempo contra Uruguay), pero enriqueció esos atributos con actuaciones individuales para destacar: en el primer tiempo, Rivas desequilibró a su marcador con habilidad y picardía. De sus desbordes nacieron las mejores situaciones de peligro para el arco del asustadizo Jefferson. También Tévez, aunque embarullado, obligó, aguantó, forzó amarillas y puso nerviosos a sus rivales. Dispuso de una chance clara, a los 16 minutos del primer tiempo, pero remató desviado desde 25 metros. El único que lució desconectado del resto fue Cavenaghi, que no tuvo oportunidades para definir. Brasil, lejos de su mejor tradición futbolística, sólo atinó a pegar y ensuciar el juego. En el segundo tiempo tuvo más la pelota, incentivado porque el equipo argentino perdió, por momentos, movilidad y precisión. Hasta que llegó el merecido gol de Carrusca (con la involuntaria complicidad de Alcides), a los 25 minutos, que potenció el nerviosismo de los brasileños y consolidó definitivamente al equipo argentino.