Responsable fundamental de poner en evidencia una de las máximas burradas de Carlos Salvador Bilardo y sus palafreneros de toda ralea –aquella barbaridad “en el fútbol actual no existen más los wines”–, parece que quienes disfrutamos de lo muy poco que el fútbol vernáculo nos ofrece podremos entretenernos de veras otra vez, si es que Guillermo Barros Schelotto –que de él se trata– decide inmigrar después de haber emigrado y volver a jugar el juego que mejor juega y que más le gusta y, además, con los colores que son absolutamente los suyos: los de Gimnasia y Esgrima La Plata. Por añadidura, de concretarse la incorporación de Angel Cappa como entrenador –si bien como quien esto escribe insiste desde siempre, los técnicos no juegan, juegan los jugadores–, puede haber alguna pequeña ilusión futbolera para el desde ya más que sombrío panorama que se avizora para 2011.