Los gobiernos de los cuatro socios plenos del Mercosur acordaron crear un grupo de trabajo para avanzar en la conformación de una política común automotriz a partir de 2013. Ese año vence el esquema de comercio administrado entre Argentina y Brasil, regulación que choca con el objetivo de formar una unión aduanera, como pretende el bloque. En la Cancillería argentina aseguran que la liberalización del comercio de vehículos entre los dos socios más grandes todavía no se puso sobre la mesa, sino que el equipo de trabajo buscará mejorar la producción regional de autopartes y aumentar la integración de piezas producidas en el bloque.

El grupo de trabajo “deberá elevar la propuesta de política automotriz común del Mercosur en la primera reunión ordinaria del segundo semestre de 2012, con vistas a su entrada en vigor el 1º de enero de 2013”. Como la norma está referida a las acciones destinadas a perfeccionar la unión aduanera, se supone que las propuestas deberán apuntar a liberalizar el comercio entre los socios.

Actualmente el intercambio entre Argentina y Brasil tiene un esquema administrado denominado flex. En 2013 vence ese protocolo, que establece que cada 1,95 peso que importa la industria local, debe exportar el valor de un peso. Según las últimas cifras de comercio, esa relación es más favorable para la Argentina, es decir que se está exportando más de lo que pide el flex, comportamiento atribuible a la expansión de las terminales locales y el aumento en la demanda brasileña.

De todas formas, no ha habido negociaciones en torno de la liberalización del comercio, coinciden en Industria y en Cancillería. Por ahora, la novedad es la creación de un equipo que trabajará en el diseño de políticas para aumentar la producción de autopartes y la integración local de las industrias. “Estamos buscando una mayor complementariedad de los sectores productivos. Con Brasil tenemos el mismo problema, y es que estamos importando muchas autopartes. Nosotros traemos mucho de Brasil, pero también de la Unión Europea y de Asia”, dicen en Cancillería. Estos dos últimos orígenes le provocan a Brasil la mayor parte de su desbalance. En el caso local, el déficit del comercio de autopartes llegaría en 2010 a unos 7 mil millones de dólares.