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La marplatense fue noche de doblete para Boca, ya que también se quedó con la Copa Desafío tras imponerse en el segundo superclásico del año a River 5-4 en el desempate desde el punto del penal, luego de la paridad sin goles con que terminaron los opacos 90 minutos de juego. Para Boca convirtieron Guillermo Barros Schelotto, Rolando Schiavi, Alfredo Moreno, Hugo Ibarra y Diego Cagna, mientras que el envío de Marcelo Delgado fue atajado por Buljubasich; para River acertaron Esteban Fuertes, Eduardo Coudet, Nelson Cuevas y Claudio Husain, pero el remate de Martín Demichelis pegó en el travesaño y el de Andrés Aimar pasó por encima del horizontal. En realidad, no hubo diferencias, auque River estuvo más cerca durante el desarrollo. Pero parece que con Bianchi no se puede.
Un cabezazo desviado de Fuertes, un envío mordido de Víctor Zapata, un remate de Gastón Fernández sin la dirección adecuada desde un ángulo demasiado cerrado y otro intento por arriba del capitán Demichelis que atajó Roberto Abbondanzieri fueron las oportunidades que generó River durante el primer tiempo. Un contraataque vertiginoso de Delgado que tapó de un modo perfecto Buljubasich y un centro hacia atrás de Guillermo Barros Schelotto que desaprovechó Ezequiel González fueron las oportunidades de las que dispuso Boca en esa etapa inicial.
River salió a la cancha herido por la caída 1-0 en el primer superclásico del año que se jugó hace una semana en Mendoza por lo que buscó el arco de Abbondanzieri desde el comienzo. El equipo de Pellegrini prevaleció con llamativa facilidad por el sector derecho, dado que se impusieron Del Campo y Coudet. En el fondo, Calvo tuvo que esforzarse mucho porque fue pobre el trabajo de Cagna en la mitad de la cancha.
De todos modos, la última línea de Boca respondió correctamente y a River le faltó profundidad.
Para el conjunto de Bianchi el argumento ofensivo más importante volvió a ser aportado por Delgado –el Mellizo sólo discutía–, pero se topó con un Demichelis que exhibió su notable categoría. Además se destacó Buljubasich, quien acertó en todas sus intervenciones.
La segunda etapa empezó con una acción inconcebible, ya que una bengala arrojada hacia el campo de juego llegó inclusive a encenderle una media (sic) a Hugo Ibarra... por lo que tuvo que ser auxiliado con celeridad.
El juego se tornó monótono y por eso fue acertado el ingreso de Cuevas que revitalizó a River por derecha y estuvo a punto de convertir con un derechazo que se fue apenas afuera. Fue la más clara de River en el complemento.
Boca fue el que tomó mayores recaudos y el que arriesgó menos, aunque sobre el final Bianchi recurrió al goleador Alfredo Moreno en reemplazo de Ezequiel González, que cumplió buena labor. Pero ninguno pudo, hasta los penales.