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Néstor Kirchner pasó al frente en las encuestas, al menos en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, los dos distritos más numerosos del país. En el distrito porteño aparece como segundo, sorpresivamente, Ricardo López Murphy, un candidato con buena llegada en los sectores medios y medio-altos, por lo cual disminuye muchísimo la intención de voto en la provincia de Buenos Aires. Elisa Carrió aparece en el segundo lugar tomando ambos distritos en conjunto, aunque se le nota una fuerte disminución en Capital. Tanto Adolfo Rodríguez Saá como Carlos Menem pelean el tercer lugar, con Menem mejor ubicado en la Capital y el puntano superando al riojano en el distrito bonaerense. Llama la atención que Izquierda Unida, con Patricia Walsh como candidata, logra una buena votación y está nítidamente por encima del radicalismo.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada por la consultora Research International-Analogías, que conduce la socióloga Analía Del Franco. En total se encuestaron 400 personas en la Capital Federal y 850 en la provincia de Buenos Aires. Los ciudadanos fueron entrevistados en sus domicilios, respetándose las proporciones de edad, sexo y nivel económico-social. El estudio se hizo durante la semana pasada.
El crecimiento de Kirchner lo vienen registrando casi todas las encuestas, aunque esta es la primera vez que aparece adelante, al menos en los dos distritos más fuertes del país. En la Capital Federal, el santacruceño cosecha en el terreno que por ahora es su fuerte, la clase media. Su ventaja se hace más estrecha en el Gran Buenos Aires donde se asientan buena parte de los sectores pobres, pero en el primer cordón y en parte en el segundo hoy en día también hay un comportamiento electoral más afín con las clases medias y muy parecido al distrito porteño. El tercer cordón es el de mayor pobreza y eso explica por qué la ventaja de Kirchner en el total del Gran Buenos Aires se hace más estrecha. Habrá que ver qué sucede en el interior del país, donde el santacruceño es poco conocido y tiene menos llegada.
La encuesta de Research-Analogías muestra bien ubicado a López Murphy en la Capital, un distrito donde las fuerzas de centro-derecha han hecho buenas elecciones. Le fue bien a la UCeDé en su momento y después también a Domingo Cavallo. El gran problema del ex ministro es su escasa llegada en los sectores de menores recursos, lo que se ve claramente en su escasa votación en el Gran Buenos Aires y en el total del territorio bonaerense. De todas maneras, ese 7 por ciento que cosecha no es un mal punto de partida.
Las candidaturas de Menem y Rodríguez Saá se asientan en la misma franja, la de los más pobres. Con una diferencia, el riojano tiene mejor llegada en sectores de clase media, lo que se ve en su intención de voto en Capital, y Rodríguez Saá se ubica bien en el Gran Buenos Aires.
En las hipótesis de ballottage, Kirchner le ganaría tanto a Menem como a Rodríguez Saá en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, un dato que ya había aparecido en anteriores encuestas. En el interior seguramente las cosas son distintas, pero los sondeos indican que tomando el total del país, Kirchner correría con ventaja.
Los datos de intención de voto de Elisa Carrió son favorables en el distrito bonaerense, pero preocupantes en la Capital Federal. Es evidente que la candidata del ARI pelea con Kirchner por la franja de clase media y aunque registró una subida con la decisión de Luis Zamora de no postularse, también registra una baja por el crecimiento de Kirchner.
En cuanto al resto de los datos, Patricia Walsh obtiene un aceptable porcentaje, aunque también en el caso de Izquierda Unida las cosas en el interior no les serán sencillas. Por ahora, IU muestra una fuerte inserción en las grandes ciudades y una presencia notoria en toda el áreametropolitana. Al radicalismo, en cambio, se le aparece un horizonte aciago. Rodolfo Terragno, que registra mucha mejor intención de voto que Leopoldo Moreau, prácticamente no lograría sumar más del dos por ciento promediando los dos distritos. A la UCR se le viene, al menos por lo que registran las encuestas hasta ahora, la peor elección de su historia.