Angel Cappa tomó ayer las riendas en Gimnasia y asumió la conducción del plantel con una premisa. “Mi función es sostener este entusiasmo con el que se comienza cada una de las etapas.” Esa frase, que ya había sugerido el mismo día que arribó a la institución platense, la repitió en el comienzo de los entrenamientos en Estancia Chica, para intentar mantener la fortaleza a lo largo de la pretemporada. “Tengo mucha alegría, sabiendo que estamos todos juntos y que hay que tratar de que Gimnasia consiga su propósito de seguir en Primera”, añadió.

Cerca de mil personas llegaron al predio para darle la bienvenida al equipo, pero se focalizaron sobre todo en el nuevo entrenador, a quien ovacionaron e incluso le hicieron un pasillo humano con una lluvia de papelitos para que ingrese a la cancha, donde se llevó a cabo la práctica.

Pero más allá de la respuesta positiva desde un primer momento, el director técnico, de último paso en River, comenzó su trabajo y ya aclaró el tema refuerzos. “Estoy contento porque hay un gran empeño de los dirigentes en traer a los jugadores que necesita el equipo”, manifestó. Dos nombres llegaron a La Plata. Uno es el delantero Germán Pacheco. “Es un goleador, rápido y que define con gran capacidad. Es muy joven y tiene ambiciones de aprender. Nos va a brindar un aporte fundamental”, señaló Cappa. El otro es un viejo conocido del DT: el mediocampista venezolano César González. Sobre la posible llegada de Guillermo Barros Schelotto, el DT aseguró que es “imprescindible dentro y fuera de la cancha, es referente y un espejo para todos”.

Además, Cappa remarcó que quiere “jugar todos los amistosos que se puedan y favorezcan al equipo”. “Se prepara entrenando y jugando. Jugar es más importante que entrenar”, sentenció.