Diego Rivero había dado el visto bueno para pasar a Boca, pero Matías Giménez todavía no aceptó irse a San Lorenzo y el cambio de jugadores que pretendían está pendiene. El ex Tigre espera recuperar la continuidad perdida bajo la dirección técnica de Julio Falcioni. Como el trueque no se puede realizar sin el consentimiento de Giménez, en Boedo pedirían que se haga por Pablo Mouche. Sin embargo, el técnico boquense ya dijo que no quiere desprenderse de un delantero si no llega un reemplazante en el puesto.

La operación iba a ser a préstamo por un año, con una opción de compra para cada jugador. Giménez, que aseguró ser hincha de Boca en más de una oportunidad, jugó apenas 13 partidos en el último campeonato y perdió su lugar como titular. A su ilusión de recuperar el puesto también se le sumó un inconveniente económico, ya que San Lorenzo ofreció pagarle apenas la mitad de lo que cobra en su actual club.

Por otra parte, ya hay un acuerdo por la contratación de Leandro Somoza, uno de los refuerzos que pidió Falcioni, y podrían resolverse los últimos detalles en las próximas horas. En contraposición, la llegada de Pablo Guiñazú es muy improbable, ya que Inter de Porto Alegre pidió a Cristian Chávez y Boca no aceptaría el pedido.