Juan Mónaco se despidió temprano de Australia, pero no se hizo muchos dramas. El tandilense cayó 6-4, 6-4, 3-6, 6-2 con el holandés Robin Haase en la segunda ronda en el Melbourne Park, aunque reconoció que su cabeza está puesta en la gira de polvo de ladrillos, que marcará su continuidad en el circuito. En tanto, los tres argentinos que quedan en el primer Grand Slam de la temporada, David Nalbandian, Juan Martín Del Potro y Eduardo Schwank, buscaban en la madrugada su pasaje a la tercera ronda del certamen. El partido del tandilense ante el chipriota Marcos Bagdhatis estaba previsto para alrededor de las 7.

Con un juego muy irregular, Mónaco no pudo con Haase, que ya había derrotado a Carlos Berlocq en la fase inicial. El argentino arrancó muy mal, con un 0-3 que presagiaba un compromiso difícil. Sin embargo, recuperó el quiebre, obtuvo otro y pasó a ganar 4-3. Parecía que podía llevarse el parcial, pero volvió entregar dos veces seguidas su servicio y perdió 6-4 el set inicial.

En el segundo tampoco consiguió regularidad. Cuando se adelantaba en el marcador, casi de manera inmediata bajaba de nivel y permitía que el europeo recuperara terreno. Así otra vez Haase consiguió llevarse el set, que le dio una ventaja tranquilizadora. Tanto que si bien Mónaco levantó su nivel y pudo llevarse el tercer set, el holandés consiguió suficiente margen como para llegar entero al cuarto.

En ese pasaje se vio lo peor del tandilense. Con poca actitud y cometiendo muchos errores no forzados, Mónaco quedó muy rápido 0-5. Y si bien levantó un 0-40 y luego recuperó un quiebre, la ventaja de Haase era demasiada y la administró bien para llegar a la tercera ronda. “Tengo que ser más regular cuando me pongo arriba en el marcador, no ponerme nervioso, mejorar el saque. Ser más dominador en el partido. Fui un poco parsimonioso, pero él jugó un gran partido”, reconoció Mónaco, que no pudo repetir la actuación del año anterior, cuando llegó a la tercera ronda en el Grand Slam australiano.

Pero más allá de la caída y de lo pobre que fue su gira oceánica –perdió en la primera ronda en el abierto de Auckland–, la mente de Mónaco ya se ubicó en la gira latinoamericana de polvo de ladrillo. “La quiero aprovechar a full”, aseguró el número 27 del mundo. “Me quiero entrenar duro porque quiero seguir mejorando, tengo una semana para preparar bien Santiago”, indicó el argentino, que además del certamen chileno también participará de los torneos en Costa do Sauipe, Buenos Aires y Acapulco. “En polvo tengo más tiempo para armar los puntos y las jugadas”, justificó Mónaco, que a partir de este año está siendo entrenado por Mariano Zabaleta y que está modificando su manera de sacar.

Mientras tanto, Del Potro buscará, cerca de las 7, su pasaje a la tercera ronda ante el chipriota Marcos Baghdatis, en tanto que Nalbandian y Schwank tenían previstos sus partidos al cierre de esta edición. El tandilense, que defiende los octavos de final, intentará cosechar su segundo triunfo consecutivo, algo que no consigue desde hace un año. Tras su exitoso debut ante el israelí Dudi Sela, el ex número cuatro del mundo tiene un difícil compromiso ante Bagdhatis, finalista en Australia en 2007. En el historial manda el argentino 1-0 por su triunfo en el Masters Series de Miami 2007.

Además, anoche jugaban Nalbandian y Schwank. Tras su épico triunfo ante el local Lleyton Hewitt, el cordobés se enfrentaba al joven lituano Richard Berankis, en su primer duelo como profesionales, mientras que Schwank, luego de su victoria inicial ante el correntino Leonardo Mayer, buscaba su pasaje ante el español Guillermo García-López, que se impuso el año pasado en la primera ronda del Masters 1000 de Shanghai en el único cruce previo.