El debut de Julio Falcioni marcó el inicio de un año que se perfila, al menos en los resultados, con un poco más de tranquilidad para Boca. Las victorias sobre Independiente y River con el mismo marcador (2-0) invitan a consolidar al plantel de la Ribera. Y eso lo demuestran las palabras de ayer del presidente de la institución, Jorge Ameal, quien aseguró que “la calma que brindan los triunfos y el rendimiento en la pretemporada permiten al equipo relajarse en cuanto al ir y venir de refuerzos”.

Es que para el dirigente, tanto Leandro Somoza como Diego Rivero, los dos refuerzos que arribaron hasta el momento a Boca, fueron la prioridad. Así, desestimó la posibilidad de ir en busca de Walter Erviti, mediocampista de Banfield con el que se armó una novela de tires y aflojes a lo largo del verano. Para Ameal se cerró el caso. “Las negociaciones por Erviti ya finalizaron. Hace unas semanas le hicimos una propuesta a Banfield, pero nos contestaron que no era satisfactoria”, señaló. Aun así, la futura reunión con el presidente del club de la zona sur, Carlos Portell, confundió el panorama, y el dirigente de Boca se encargó de desmentirlo. “Ya nos apartamos de la negociación. Hay un malentendido con la reunión que voy a tener con Portell, por declaraciones suyas. Tal vez haya gente que interpretó que íbamos a hablar por Erviti, pero no es así”, anunció.

En tanto, el presidente xeneize deslizó la chance de que Pablo Guiñazú llegue al equipo que conduce Falcioni, si es que se recomponen las conversaciones con Internacional de Porto Alegre. “Hablé con el titular de Inter y nos planteó que era difícil desprenderse del jugador, porque se trata de un símbolo del club. Pero ellos ahora están detrás de un extranjero y se les complicaría por el cupo. Ahí tenemos una chance”, sostuvo.

Más allá de quién arribe a Boca, los refuerzos que ya se calzaron la camiseta plantean una incógnita para el DT. Es el caso de Rivero, que buscará mejorar la imagen que dejó en San Lorenzo tras su salida forzada. “Este es un desafío nuevo, muy lindo, y lo tomo para engrandecer mi carrera y mejorarla”, apuntó el volante. De buen rendimiento en su primer encuentro con la camiseta azul y amarilla, Rivero expresó que “fue una emoción muy grande y un cosquilleo hermoso” disputar el superclásico en Mar del Plata. Boca pasa por un buen momento, y las palabras de dirigentes y jugadores lo demuestran.