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Desde San Pablo

Entre lágrimas, a los 34 años, Ronaldo confirmó su retiro de las canchas y el fin de una carrera de casi dos décadas en la que conquistó por tres veces el título de Jugador del Año de la FIFA y se coronó como el máximo artillero de la historia de los mundiales.

“Es mi primera muerte... Perdí con mi cuerpo”, afirmó el “Fenómeno” en llanto, en una rueda de prensa en la que reveló el secreto que se guardaba desde hace cuatro años: además de las lesiones en serie, que hoy le hacen sentir dolor “hasta al subir una escalera”, padece de hipotiroidismo, lo que explicaría su dificultad para controlar el sobrepeso que afectó sus actuaciones en los últimos años.

La lucha de Ronaldo contra la balanza empezó a aparecer cuando el delantero actuaba todavía en el Real Madrid español, y la polémica estalló de lleno durante el Mundial de Alemania 2006, cuando, en una charla por teleconferencia con el técnico de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira, el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva hizo la pregunta que estaba en la mente de 190 millones de aficionados: “¿Ronaldo está gordo?”.

Desde este entonces, el peso de Ronaldo siempre fue un secreto en los clubes en los que actuó y un tema constante de chistes de la prensa y de humoristas de la televisión. “Creo que ahora muchos de ustedes estarán arrepentidos de haberse reído tanto de mi peso, de las bromas, de los comentarios. Pero no alimento rencor a nadie, sólo quería explicarlo en el último día de mi carrera”, dijo el jugador.

“Es un problema que desacelera el metabolismo y para controlarlo habría que ingerir hormonas que no son permitidas en el fútbol, porque sería un doping”, dijo, al demostrar por primera vez su molestia por las ironías y bromas que debió enfrentar por su sobrepeso.

“Pero no alimento ningún rencor hacia nadie, sólo quería explicarlo en el último día de mi carrera... Mi amor por el fútbol siempre me hizo superar obstáculos gigantescos, pero para mí, más que para otras personas, es difícil adelgazar”, afirmó.

Ronaldo admitió que le duele mucho abandonar las canchas donde brilló intensamente durante casi 18 años: “Cuando lo decidí, me sentí como si estuviera en una unidad de cuidados intensivos en estado terminal. Y ahora, este anuncio es el de mi primera muerte. Es muy duro abandonar algo que te hizo tan feliz, a lo que le diste tanto, que amaste tanto”.

“Pero ha llegado la hora y hay que mirar hacia adelante”, expresó el jugador, al recordar que vivió en 2010 un año “malísimo, con muchas lesiones”, y que los problemas siguieron en este inicio de temporada y le impidieron concretar sobre las canchas las jugadas que se imaginaba.

“Tu cabeza piensa una cosa. Gambeteás al zaguero pensando en superarlo en velocidad, porque siempre lo hiciste, y ya no podés”, se lamentó. “Quiero agradecer a toda la hinchada brasileña que lloró conmigo cuando lloré, que cayó conmigo cuando caí, y en especial a la hinchada del Corinthians, porque nunca he visto a una hinchada tan apasionada y dedicada a un equipo de fútbol”, afirmó. Además pidió públicamente disculpas por haber fracasado en su intento de ayudar al Corinthians a superar al Deportes Tolima colombiano para acceder a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Sin embargo, aseguró que las violentas protestas de la hinchada, que lanzó piedras contra los vehículos de los jugadores y pidió su salida del equipo, no influyeron en su decisión de abandonar el fútbol ahora.

Ronaldo anticipó que pretende lanzar en breve un proyecto social, la Fundación Creando Fenómenos, y anticipó que, en junio o julio próximo, piensa reunir a jugadores con los que actuó a lo largo de su carrera para “una fiesta de despedida” de una campaña (ver recuadro) que calificó de “muy linda y maravillosa”. “Tuve muchas derrotas, infinitas victorias, hice muchos amigos y no me acuerdo de haber hecho ningún enemigo”, resumió.