A los 38 años, fue una de las figuras del Boca campeón que sacó 12 puntos de ventaja a sus más inmediatos perseguidores. Pero Rolando Schiavi no se engaña y cree que si no hubiese tenido un buen rendimiento en el Apertura se habría ido “por la puerta de atrás, tal como pasó con Roberto Abbondanzieri y Hugo Ibarra”, quienes dejaron el club por resultados adversos. “Si las cosas me salían mal, me tenía que volver a mi casa por la puerta de atrás, como se fueron Roberto (Abbondanzieri) y Hugo (Ibarra). Por suerte, se hicieron bien las cosas y el equipo ayudó muchísimo para eso”, señaló el zaguero, fundamental en la campaña de Boca, al que sólo le convirtieron seis goles en 19 partidos.

Después de jugar en Newell’s y Estudiantes, Schiavi retornó al club a mitad de año, lo que consideró una decisión arriesgada. “Cuando tomé la decisión de venir a Boca me jugaba muchísimo, y más teniendo en cuenta que en el semestre anterior las cosas no habían salido de la mejor manera”, apuntó Schiavi, que fue capitán del elenco de La Ribera en las últimas fechas, cuando Juan Román Riquelme estuvo ausente debido a una fascitis plantar en el pie izquierdo.

El defensor no se olvidó de sus ex compañeros y consideró que fue “una falta de respeto” no haberles hecho un “partido despedida” o “un reconocimiento” a Abbondanzieri y a Ibarra “luego de todos los logros” que le brindaron al club. “No me hubiese gustado que me pase lo que les tocó a ellos. Están en la historia de Boca y no hubo reconocimiento por todo lo que le dieron a este club. Es una falta de respeto que ni siquiera hayan tenido un partido despedida. Lograron tanto como logró Martín (Palermo)”, recordó el zaguero nacido en Lincoln.

Para Schiavi, el título del Apertura 2011 fue el octavo que consiguió con los colores de Boca: ya había ganado los Apertura 2003 y 2005, la Copa Libertadores 2003, la Intercontinental 2003, las copas Sudamericana 2004 y 2005 y la Recopa Sudamericana 2005. Había pensado en un retiro, pero decidió extender su carrera seis meses a pedido de hinchas, cuerpo técnico y compañeros, para así disputar la Copa Libertadores, el sueño que tendrá todo Boca a partir de febrero del año próximo.

En este sentido, Schiavi contó que el “clic” que lo llevó a tomar la decisión de jugar otros seis meses más para afrontar la Libertadores antes de dejar el fútbol profesional empezó a gestarse “cuando se dieron los resultados”, y cuando su amigo y ex compañero Martín Palermo le avisó que se tomaría un tiempo para convertirse en entrenador, con el cual trabajará en el futuro.

También confió haber hablado con Palermo respecto de “cuando se iba a largar a dirigir”. Pero según relató el defensor, el mayor goleador de la historia de Boca con 237 goles le respondió que la idea era esperar todavía “un par de meses”. “Ahí tome la decisión de alargar un poquito más todo”, indicó Schiavi.

El defensor dejó de lado su presente en Boca y opinó sobre la realidad que vive el rival de toda la vida del club de La Ribera. “En estos seis meses apenas extrañé el clásico. River se tiene que replantear muchas cosas si es que quiere volver a ocupar el lugar que dejó”, expresó el defensor, al tiempo que responsabilizó a la dirigencia de River de mandar al equipo a jugar el Nacional B. “Me da lástima por los jugadores que tuvieron que perder la categoría. Pero los culpables fueron los dirigentes. Ninguno apareció a poner la cara y decir: ‘Nos equivocamos’”, enfatizó Schiavi.