Necesitó dos años, una humillación futbolística en el Camp Nou, meter un dedo en el ojo a un rival, conflictos dentro del club y una continua guerra dialéctica en las ruedas de prensa, pero, finalmente, José Mourinho lo consiguió: destronó al mejor Barcelona de todos los tiempos y cuatro años después recuperó la Liga para el Real Madrid.

El conjunto blanco le ganó ayer 3-0 al Athletic en Bilbao con goles de Gonzalo Higuaín, Ozil y Cristiano Ronaldo y el DT portugués condujo al equipo de la capital española a su título número 32 de la Liga, poniendo fin así a una hegemonía de tres temporadas y de 13 trofeos sobre 18 posibles del Barcelona de Guardiola. Por eso se vio en Bilbao una escena insólita en dos años: ¡Mourinho sonrió! El Real Madrid consiguió consolidarse nuevamente como el mejor equipo del fútbol español.

“Quiero ser el único en ganar las tres ligas más importantes del mundo: la italiana, la española y la inglesa”, afirmó un ilusionado Mourinho al diario El País en agosto de 2010. Casi dos años más tarde alcanzó su meta y se consolidó como el único hombre del planeta en adjudicarse esa suerte de “Grand Slam”: Liga, Premier y Serie A. Técnicos como Carlo Ancelotti o Fabio Capello quedaron en el camino en esa lucha. Desde la goleada recibida por 5-0 en el Camp Nou en su primer clásico en noviembre de 2010 hasta este título, el Real Madrid tuvo que atravesar un sinnúmero de frustraciones. Y el equipo respondió con 115 tantos y, a falta de dos jornadas, marcó ya un nuevo record histórico, gracias, entre otros, a Cristiano Ronaldo, que suma 44. Números que, por la jerarquía del subcampeón, marcan la calidad del nuevo campeón.