La Universidad de Chile llegó ayer a Buenos Aires confiada en sus medios futbolísticos para enfrentar a Boca y con dos jugadores en duda por problemas físicos. “En lo grupal vamos a salir a atacar, a hacer nuestro juego, y en la cancha veremos quién es el más fuerte”, comentó en el aeropuerto de Santiago el juvenil delantero Angelo Henríquez, que podría pasar pronto al Manchester United inglés, que maneja una opción de compra de su ficha. El técnico argentino de los chilenos, Jorge Sampaoli, está esperanzado en la recuperación del defensor y capitán del equipo José Rojas y el enlace Gustavo Lorenzetti. Rojas sufrió un desgarro miofacial en el isquiotibial izquierdo y Lorenzetti ha estado afectado por dolores lumbares.