Boca afrontará hoy el partido más difícil y esperado de la temporada, el que hinchas, jugadores y cuerpo técnico anhelaron durante todo el semestre, cuando por el encuentro de ida de la final de la Copa Libertadores reciba en La Bombonera a Corinthians, de Brasil, el equipo más duro del certamen continental y que ostenta el haber llegado a esta instancia invicto. Para Boca se trata de la décima final de copa y de la posibilidad de obtener la séptima para sus vitrinas, lo que le permitiría alcanzar a Independiente, que el más veces se coronó en el certamen.

Mucho pone en juego Boca en el encuentro de esta noche (desde las 21.50), porque la Copa Libertadores es su principal objetivo y, porque pese a ser también finalista de la Copa Argentina, ya dejó pasar hace quince días la chance que tenía de obtener el Torneo Clausura, que finalmente se adjudicó Arsenal, y que le hubiera permitido seguir soñando con algo hasta ahora inédito, la tan mentada triple corona.

Boca necesita obtener hoy un buen resultado, que le permita llegar con aire al partido decisivo que se jugará el próximo miércoles en el estadio Pacaembú, de San Pablo. Pero no tendrá una parada fácil y deberá apelar a su historia copera para fortalecerse ante un buen equipo, el Corinthians, que en el plano internacional tiene en la copa una asignatura pendiente, ya que su único título fue en la primera edición del Mundial de Clubes, al que fue como invitado y que terminó adjudicándose en su país en 2000.

Puede pesarle a Boca el hecho de que el rival llegue invicto (ver aparte), y que se haya hecho fuerte en la copa a fuerza de su orden y su carácter aguerrido, lo que le permitió eliminar en semifinales al Santos que, con sus figuras, era un serio candidato al título. El entrenador Tité, el mismo que dirigió en el Timao a Carlos Tevez, logró armar un equipo duro, que se apoya en el poder ofensivo de jugadores como Danilo, Alex y Emerson, y tiene también un buen arquero, Cássio.

Pero, como lo expresó el propio Tité, “Boca es siempre Boca” (ver aparte) y lo cierto es que ha hecho también lo suyo en esta copa. Fue segundo del Grupo 4, detrás de Fluminense, que terminó la fase regular como mejor clasificado y fue el único equipo que lo venció (2-1 en La Bombonera) pero que luego, por los cuartos de final, terminó sucumbiendo en la serie de cuartos frente a los dirigidos por Julio Falcioni. Al resto de sus rivales en la eliminación directa, Boca los borró de la copa con autoridad.

Quizá le pese hoy al conjunto local su ambición de regresar a los primeros planos del fútbol internacional, ya que la última vez que jugó una final importante como la de hoy fue en 2007, frente a Gremio. Pero le sobra jerarquía en su plantel, con Juan Román Riquelme, Clemente Rodríguez y Rolando Schiavi, los de más experiencia copera, para contrarrestar esto. La ausencia de Juan Insaurralde puede complicarle las cosas en defensa, porque el chaqueño fue clave para el equipo en esta copa, pero si Matías Caruzzo juega como contra la Universidad de Chile en Santiago, su ausencia podrá pasar desapercibida. También habrá que prestar especial atención en Agustín Orion, un mal día del arquero como en aquel partido en Quito frente a la Liga en 2008, jugando para San Lorenzo, podría complicar los planes. También será clave el trabajo de Walter Erviti, quien se encuentra en un muy buen momento futbolístico, y de los delanteros Santiago Silva y Pablo Mouche, en cuya cuota de gol descansará mayoritariamente la posibilidad de obtener la diferencia que allane el camino en partido revancha y que acaso le permita concretar su nuevo sueño.

Todas las finales de Boca

- En total, jugó nueve finales; ganó seis y perdió tres.

- Todos los campeones: Independiente, 7; Boca, 6; Peñarol, 5; Estudiantes, 4; Nacional, Olimpia, Santos, San Pablo, 3; Cruzeiro, Gremio, Internacional, River, 2; Argentinos, Nacional, Colo Colo, Flamengo, LDU Quito, Once Caldas, Palmeiras, Racing, Vasco da Gama, Vélez, 1.