El pebetero de los Juegos de Londres 2012 ya arde en el estadio olímpico de la capital británica, después de que siete jóvenes atletas británicos encendieran al mismo tiempo el símbolo del inicio de las competencias. Poco antes, la reina Isabel II de Inglaterra había declarado oficialmente inaugurado el mayor evento deportivo del mundo.

Más de 60.000 personas asistieron a la fiesta de apertura de tres horas y media de duración plena de música y humor en la que desfilaron los 204 países que competirán en los Juegos, entre ellas la delegación argentina, que tuvo a Luciana Aymar como su abanderada y al resto de los atletas vestidos con un equipo deportivo celeste. Además, el músico Daniel Barenboim estuvo entre los abanderados olímpicos. “En cierto modo, los Juegos Olímpicos regresan a casa hoy”, dijo el presidente del COl, Jacques Rogge, durante su discurso. “Este país es reconocido como el lugar de nacimiento del deporte moderno. Fue aquí que los conceptos de deportividad y fair play fueron codificados en forma de reglas claras. Fue aquí que el deporte fue incluido como una herramienta educativa en el currículo escolar”, indicó el máximo dirigente del olimpismo.

La fiesta fue fiel al estilo del cineasta Danny Boyle, director de Trainspotting, con aceleraciones y frenos bruscos del ritmo, con momentos para emocionar, con pausas, con salidas inesperadas. Y, sobre todo, sin un segundo para el aburrimiento. Afloró casi todo aquello en que se piensa a la hora de escarbar en la cultura y las costumbres británicas: la campiña, la Revolución Industrial, el deporte y el rock. Y la reina Isabel, protagonista de uno de los momentos más celebrados de la ceremonia. La monarca aceptó actuar junto al último James Bond, Daniel Craig, en una cinta proyectada durante la ceremonia en la que se veía cómo el famoso espía de ficción pasaba a buscar a la reina, de 86 años, por el Palacio de Buckin-gham, desde donde partían al estadio en helicóptero bajo la mirada atenta de los perros de la monarca. En el mismo momento en que se veía en la película cómo Craig y la reina saltaban del helicóptero en paracaídas, dos dobles se lanzaron vestidos como ellos desde un aparato que sobrevolaba el estadio, para sorpresa de los asistentes. En ese instante, la verdadera reina Isabel ingresó al estadio, con el mismo vestido que usó para la filmación.

La lista de emblemas, momentos y personajes “very british” fue interminable: el Big Ben, la BBC, el Mini Cooper, la escritora J. K. Rowling leyendo el párrafo inicial de Peter Pan, los Arctic Monkeys en vivo o David Beckham a bordo de una lancha en el Támesis. También los acordes de temas de Los Rolling Stones, The Who, Queen, Sex Pistols, The Clash, Pink Floyd, New Order y una nueva versión de “Carrozas de Fuego” que incluyó a Mr. Bean, el actor Rowan Atkinson, haciendo trampa y ganando la carrera en la famosa escena en la playa. El cierre estuvo a cargo de Paul McCartney, que emocionó a todos con una versión de “Hey, Jude”.La única ciudad tres veces sede de unos Juegos Olímpicos se dio un homenaje.