A pesar de que insistió mucho en la búsqueda del desequilibrio, Newell’s no pudo superar a Quilmes en su estadio y terminó igualando sin goles. El conjunto rosarino arrancó el partido con la necesidad de una victoria para mantenerse como único líder, sin importar el resto de los marcadores. Por eso, con esa idea en la cabeza, salió a adueñarse del trámite, ante un rival que adoptó una estrategia cautelosa, con la intención de achicar espacios para atrás en su última línea y proteger a Trípodi. Y si bien el local cumplió con la premisa de adueñarse de la pelota, Quilmes también impuso su planteo en los primeros minutos, manteniendo a los delanteros de Newell’s lejos de su arquero.

Ante esa situación, el equipo de Martino buscó el gol con remates desde media y larga distancia, la única fórmula que encontró para inquietar a Trípodi. Por esa vía estuvo cerca en dos ocasiones, primero con un gran disparo de Scocco que el arquero desvió al corner y luego con uno de Heinze que obligó a Trípodi a una tapada poco ortodoxa pero efectiva. Pero lo concreto es que el dominio territorial y de posesión de los rosarinos se redujo a eso, con muy poca generación de juego. Por eso, no pasó grandes sobresaltos y, de a poco, pudo salir del asedio. Tanto que en el final de la etapa casi abre el marcador con un remate de Mansilla que obligó a Guzmán a una buena intervención.

La segunda parte tuvo un desarrollo parecido, aunque Newell’s encontró un poco más de profundidad. Pero cada vez que llegó con peligro, chocó con la seguridad de Trípodi, que tuvo dos tapadas notables, primero ante Maxi Rodríguez y luego ante Pablo Pérez. A medida que pasaban los minutos, Newell’s fue perdiendo claridad, debido a que algunos jugadores comenzaron a desesperarse en busca del arco rival.

Los cambios que intentó el técnico Martino tampoco pudieron revertir el desarrollo del partido, y el local desperdició una buena oportunidad para afirmarse como candidato al título. Su próximo compromiso será nada menos que ante Boca, en la Bombonera.