No tuvo fortuna. Independiente hizo méritos para ganar, pero los palos lo evitaron. Por eso, Godoy Cruz se llevó la victoria gracias a un gol de Nicolás Castro, que le sirvió para quedar líder. El equipo de Gallego necesita que no ganen ni Quilmes ni San Martín para no quedar en descenso.

Independiente salió con la idea de llevarse por delante a su rival y antes de los cinco minutos ya había generado dos ocasiones clarísimas para abrir el marcador. Pero primero el travesaño devolvió el cabezazo de Julián Velázquez y luego Ibáñez le tapó en gran forma un mano a mano al colombiano Caicedo.

El problema para Independiente fue que no pudo aprovechar esos minutos de dominio para colocarse en ventaja. Por eso, Godoy Cruz pasó el sofocón y, de a poco, comenzó a emparejar el juego. Y claro, también empezó a encontrar espacios en el fondo local. Castillón, con un toque por encima desde buena posición, y Obolo, con un remate que tapó justo Morel Rodríguez tras una cesión de Castro, avisaron que los de Palermo también tenían intenciones de agredir.

En ese ida y vuelta, el juego se tornó entretenido. Independiente mantenía la iniciativa y amenazaba con la potencia de Caicedo. Sin embargo, no podía descuidarse porque los volantes mendocinos manejaban bien el balón y encontraban facilidades cuando los locales se adelantaban. La mejor muestra se dio a los once minutos del segundo tiempo: Caicedo quedó mano a mano, pero su toque dio en el palo. Y en la réplica, Obolo le bajó la pelota a Castro, que sacó un derechazo bajo que se metió junto al palo derecho.

A partir de allí, Independiente empujó, generó algunas ocasiones en base a centros y acorraló a Godoy Cruz. Hasta tuvo un zurdazo de Caicedo que reventó el travesaño. Pero no le sobraron ideas y terminó chocando con un rival que supo aprovechar su desesperación para llevarse una victoria que lo dejó en la punta.