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El paraguayo Nicolás Leoz anunció su renuncia por motivos de salud a la presidencia de la Conmebol tras casi 27 años, así como a su cargo en el Comité Ejecutivo de la FIFA y en la comisión organizadora del Mundial de Brasil 2014.

El sorpresivo anuncio, en Asunción y en medio del clima poselectoral que se vive en su país, fue poco claro. La FIFA confirmó luego que recibió la dimisión formal de Leoz, de 86 años, a través de una carta. La Conmebol deberá decidir, el martes próximo, si acepta la renuncia y elegir a un sucesor; en caso de no haber acuerdo, el vicepresidente, el uruguayo Eugenio Figueredo, asumirá automáticamente.

Leoz, que ejerció la titularidad de la Conmebol desde el 1º de mayo de 1986, no dio detalles sobre los motivos de salud que provocaron su renuncia y se limitó a decir que su “problema es físico” y no “mental”. “Los viajes largos me imposibilitan cumplir con el trabajo”, dijo, sin mayores precisiones, lo que alentó las especulaciones.

En 2008, el nombre de Leoz había aparecido en una lista de pagos de soborno de la ISL, la quebrada compañía de marketing de la FIFA; el año pasado se lo vinculó con una presunta compra de votos en la elección de la sede del Mundial de 2022 que consagró a Qatar.

El secretario de la Conmebol, José Luis Meiszner, afirmó que las razones del alejamiento de Leoz “no son políticas” y aclaró: “Que Horacio Cartes (del Partido Colorado) haya ganado las elecciones presidenciales en Paraguay y haya sido dirigente de fútbol anteriormente, primero como titular de Libertad y luego de la Asociación de Fútbol de ese país, no tiene nada que ver, ya que siempre mantuvieron una excelente relación”. Meiszner ocupa ese cargo en la Conmebol desde que su antecesor, Eduardo Deluca, cayó en desgracia con Grondona.

El cargo vacante en el Comité Ejecutivo de la FIFA deberá ser ocupado por un dirigente suda-mericano, ya que la Conmebol tiene tres lugares y los otros dos están ocupados por Julio Grondona y el brasileño Marco Polo del Nero.